ru24.pro
Все новости
Сентябрь
2024

‘El rapto’, la historia real del niño judío que el Vaticano secuestró en el siglo XIX

0

Una noche de junio de 1858, la vida de una familia judía de Bolonia cambió para siempre. Varios oficiales de la Inquisición irrumpieron en la casa de los Mortara y secuestraron a su hijo Edgardo, que entonces tenía seis años, para educarle a la fuerza en el cristianismo por órdenes del Vaticano y del Papa Pío IX. Esta es la historia real que cuenta la película El rapto, dirigida por Marco Bellocchio (director de Exterior Noche) y disponible en Movistar Plus+. 

El inicio. A los pocos meses de nacer, Edgardo enfermó y la doncella que trabajaba para los Mortara, Anna Morisi, creyendo que iba a fallecer, lo bautizó para “salvar su alma”, como relata la película y los documentos de los juicios celebrados en torno al caso. Sin embargo, el niño se recuperó y el asunto no resurgió hasta seis años después, cuando llegó a oídos del inquisidor de Bolonia.

  • Según El rapto, la doncella confesó el bautismo a cambio de una suma de dinero. Sin embargo, los historiadores no han conseguido verificar dicha información, como reconoce la biblioteca municipal de Archiginnasio de Bolonia. 

Además, aunque no sale en El rapto, Edgardo Mortara reconoció como válido este bautismo realizado por Morisi en varias ocasiones ya siendo adulto, como en 1907: “Repito que mi bautismo me fue conferido en Bolonia, (…) y que las otras ceremonias fueron realizadas en Roma (…) por un error puramente clerical”, señaló en L’Avvenire d’Italia.

La película El rapto apenas se permite licencias creativas, pero la historia real contó (y sigue contando a día de hoy) con distintas posiciones: estaban quienes defendían el secuestro por parte de Roma y quienes lo tachaban de delito. 

Las críticas contra el secuestro de Edgardo

Como cuenta el historiador David I. Kertzer en el libro El secuestro de Edgardo Mortara, los judíos de Italia negociaban con las autoridades del Estado o de la Iglesia a través de un portavoz de la comunidad. Sin embargo, en Bolonia la comunidad judía era pequeña así que “carecían de un organismo oficial”. 

Por ello, tanto en la historia real como refleja El rapto, fueron diferentes representantes judíos los que asumieron la gestión del caso, así como los que comunicaron al resto de comunidades la historia de Edgardo.

  • Como explica la biblioteca municipal de Archiginnasio, la primera comunidad en movilizarse fue la de los judíos de Roma, “acostumbrada a interactuar con el poder papal”. 
  • Al poco tiempo, se sumó la comunidad de Turín, “una de las más emancipadas de Italia” y desde donde se extendió la historia a Francia y Reino Unido
  • “Gracias a sus relaciones políticas y económicas, así como a la influencia de la prensa, los judíos estadounidenses también se movilizaron, llegando al punto de pedir la intervención del presidente de los Estados Unidos”, recoge la biblioteca. 

En una escena de El rapto, el Papa Pío IX aparece analizando los artículos y portadas que la prensa internacional le dedicaba y, aunque en la historia real se desconoce si las estudió, las publicaciones sí existieron. 

El caso del secuestro judío”; “El secuestro de Mortara” o “El caso Mortara” son algunos de los titulares que llevaban medios locales estadounidenses desde 1858 a 1860. La prensa británica también se hizo eco de la noticia, como recoge la Biblioteca Británica

La historia real fue contada en varias obras artísticas, desde teatrales a literarias. Giuseppe Garibaldi, uno de los artífices de la unificación de Italia, criticó a la Iglesia e hizo referencia al caso en su obra I Mille: “Devotos de tan espeluznantes ceremonias habrán visto una muestra en la conversión del niño Mortara, robado por los sacerdotes a sus parientes judíos para convertirlo en católico”.

La defensa al Papa Pío IX

En el momento en el que ocurrió la historia real que refleja El rapto, Bolonia formaba parte de los Estados Pontificios y, por tanto, las leyes eclesiásticas eran las que primaban en la ciudad. Según estas, Edgardo, “en virtud del bautismo, por anómalo que fuera, debía ser considerado cristiano” y como tal “recibir una educación católica”, como explica la biblioteca de Archiginnasio. La Iglesia consideró que esta formación solo era posible alejándolo de su familia.

Como recoge esta misma fuente, del lado católico se justificó la decisión de la Iglesia como “la adhesión a un principio de orden superior y, por tanto, innegociable”. Uno de sus mayores defensores fue el periodista francés Louis Veuillot: “Esta aplicación de la ley parecía un acto de crueldad, (…) pero era un argumento para que el gobierno papal fuera eliminado del mundo para siempre”, escribió

  • Veuillo tildó de “ridícula escena de lamentaciones y lloriqueos” las interferencias de las comunidades judías, así como de otros países, en el caso Mortara. 

La posición de Edgardo. El rapto muestra cómo el niño que llora por las noches porque echa de menos a su familia, crece y acepta el cristianismo como su única religión, como ocurrió en la historia real. Mientras distintas figuras opinaban sobre el caso, Edgardo continuó su formación católica en Roma e incluso cuando su hermano mayor fue a “rescatarle”, se negó a volver a Bolonia. 

  • En Francia fue ordenado sacerdote y adoptó el nombre de Pío en honor al Papa Pío IX. “Siempre defendió la actuación de la Iglesia hacia él” y “siempre mostró total devoción” hacia Pío IX, recoge la biblioteca

Por qué tuvo tanto impacto la historia real de El rapto

Como reconocen varias fuentes, aunque el derecho canónico prohibía el bautismo forzoso de niños, hubo “secuestros” similares al de Edgardo Mortara por parte de la Iglesia. Entonces ¿por qué causó tanto revuelo este caso particular?

La situación geopolítica de la época –el ejército italiano se enfrentaba al poder de los Estados Pontificios–, hizo que el caso Mortara acabara “influyendo en los acontecimientos políticos, actuando sobre la relación entre religión y Estado”, como señala la biblioteca de Archiginnasio.

Además, a partir de este secuestro, las comunidades judías comenzaron a organizarse en el plano internacional, creando la Alianza Israelita Universal (AIU), activa todavía en la actualidad.

  • “El detonante de la creación de la AIU fue el Caso Mortara, un crimen perpetrado en los Estados Pontificios, en 1858, contra una familia de judíos de Bolonia”, señala la página web oficial
  • “Para los judíos, el Caso Mortara fue la confirmación de la necesidad de contar con un instrumento político que les permitiera reaccionar ante la persecución de la que eran objeto”, concluyen. 

Fuentes

Película ‘El Rapto’

Biblioteca municipal de Archiginnasio de Bolonia

Artículo de ‘L’Avvenire d’Italia’ (19/06/1097)

Biblioteca del Congreso

Biblioteca Británica

Alianza Israelita Universal