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Август
2024

Estos científicos españoles quieren rosas sin espinas… y lo están consiguiendo con edición genética

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Según la mitología griega, las rosas rojas aparecieron cuando Afrodita se pinchó con una espina y derramó sangre sobre una rosa blanca. Fuente de inspiración literaria y musical, una rosa es una rosa por sus tallos de aguijón. Sin embargo un equipo internacional ha conseguido rosas sin espinas o berenjenas de ramas lisas. En él están siete investigadores de la Universitat Politècnica de València.

  • Hay rosales trepadores sin espinas, tras cientos de años de cruces de variedades. Pero ahora se ha descubierto por qué algunas plantas tienen estos pinchos en sus tallos. Y se han podido controlar los mecanismos genéticos que los producen. Literalmente, han fabricado rosas sin espinas.

  • No sólo rosas sin espinas. También, plantas de berenjena sin pinchos, y espinos de cristo o azufaifos de tallo liso.

Las berenjenas que perdieron sus espinas

Las espinas (no confundir con los pinchos que son hojas de los cactus) han evolucionado de forma independiente en especies de todo el reino vegetal. Su función principal es la de ahuyentar a los herbívoros. Están presentes en ciertos cultivos de berenjenas y arroz. Sin embargo, durante años no ha quedado claro cómo este rasgo aparece con tanta frecuencia en especies tan poco relacionadas. Y por qué ciertas variedades de berenjena cultivada, por ejemplo, han perdido sus espinas y la mayoría de rosales no.

Ahora, el equipo internacional en el que participa Jaime Prohens (COMAV-UPV) ha descubierto que una misma familia de genes antiguos es responsable de las espinas en muchas plantas, a pesar de millones de años de separación evolutiva.

  • Controlar la producción de espinas reduciría los costes de producción y aumentaría la rentabilidad para los agricultores, señala Prohens, además de proteger a los recolectores. Vale para rosas como para frutos comestibles. “Además, conseguir nuevas variedades sin espinas podría traducirse en una mayor aceptación y consumo“.

Las rosas sin espinas son cosa de un chico solitario

Todo el estudio empezó cuando James Satterlee daba una paseo con su profesor Zachary Lippman (Laboratorio Cold Spring Harbor, EE.UU.) por sus cultivos de patatas y berenjenas. ¿Por qué algunas matas tenían espinas tan prominentes?

Según publican en Science, hay un grupo de genes crucial en la formación de las espinas. Se ha bautizado como gen LOnely Guy (chico solitario). Al editarlo con herramientas de corta-pega genético CRISPR/Cas, se producen rosas sin espinas o zarzamoras de fácil recolección.

Probaron primero con pasas del desierto, una planta australiana. Otro colega en Francia dejó a unas rosas sin espinas. En total, el equipo llegó a asociar las espinas con genes relacionados con el chico solitario en unas 20 especies.

“En realidad, te estás preguntando sobre la vida en general, sobre la evolución. ¿Cómo surgen? ¿Cómo se modifican? ¿Qué podemos aprender sobre las cosas que damos por sentadas?”, añade por su parte Zachary Lippman.

Fuentes

Estudio de Satterlee et al., ‘Science’, 2024

Jaime Prohens (COMAV-UPV)

Zachary Lippman (Laboratorio Cold Spring Harbor, EE.UU.)