Anthony Hopkins celebra 50 años de sobriedad al cumplir 88: «Elegí la vida»
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Anthony Hopkins llega a los 88 años en uno de los momentos más simbólicos de su vida. El actor británico, que cumple años este miércoles 31 de diciembre, no ha querido centrar la celebración únicamente en el cambio de calendario, sino en una fecha mucho más personal: medio siglo de sobriedad . Un aniversario que decidió compartir con sus millones de seguidores a través de un mensaje directo, sereno y profundamente honesto. En un vídeo publicado en su cuenta de Instagram, Hopkins recuerda el episodio que marcó un antes y un después en su historia. Hace 50 años, reconoce, estuvo al borde de la muerte tras conducir bajo los efectos del alcohol y sufrir una laguna mental que le hizo no recordar cómo había llegado a casa. «Me estaba divirtiendo demasiado», admite ahora, con la perspectiva que da el tiempo. Aquella noche entendió que no se trataba de excesos puntuales, sino de alcoholismo. Lejos de recrearse en el pasado, el actor aprovecha el recuerdo para lanzar un mensaje de esperanza. «La vida es mucho mejor cuando pides ayuda» , afirma, animando a quienes atraviesan una situación similar a detenerse y revisar sus límites. Él lo hizo aquel 29 de diciembre de 1975, en Beverly Hills, cuando decidió que no volvería a beber. Desde entonces, vive bajo una filosofía sencilla: avanzar día a día. Ese momento decisivo ocupa un lugar central en sus memorias, publicadas recientemente, donde Hopkins relata cómo el miedo a hacerse daño o a provocar una tragedia despertó en él una claridad desconocida. Describe una escena casi íntima, bajo unos eucaliptos, en la que se enfrentó a una pregunta esencial: vivir o morir. Eligió vivir. Y, según cuenta, el deseo de beber desapareció. La recuperación, sin embargo, no borró las heridas. El actor reconoce que su adicción deterioró profundamente sus relaciones personales, especialmente con su hija Abigail, fruto de su primer matrimonio. Un vínculo que nunca logró recomponerse del todo y que sigue siendo, confiesa, una fuente de dolor constante. «No puedo culparla», escribe, asumiendo las consecuencias de sus decisiones. Hoy, Hopkins habla desde un lugar distinto. Continúa asistiendo a reuniones de apoyo y celebra cada año su sobriedad como una victoria silenciosa. En sus redes sociales se muestra bailando, riendo, disfrutando de una vida que define como la más plena que ha conocido. «Quizá hice algo bien», bromea al final de su mensaje, justo antes de recordar que, dos días después, cumpliría 88 años. Con dos premios Oscar, una carrera legendaria y personajes inolvidables a sus espaldas, el actor insiste en que su mayor logro no está en la industria del cine. Para él, el verdadero triunfo fue pedir ayuda y elegir seguir vivo.
