Ni en la nevera ni al aire: así puedes descongelar la carne cuatro veces más rápido
Descongelar carne suele ser uno de los grandes obstáculos cuando se cocina con prisas. Sacarla con antelación y dejarla en la nevera requiere horas, mientras que hacerlo al aire libre no solo es lento, sino que también puede suponer un riesgo para la seguridad alimentaria. Sin embargo, existe un método sencillo y eficaz que permite acelerar el proceso hasta cuatro veces sin comprometer la calidad ni la seguridad del alimento.
El método más rápido y seguro
La clave está en el agua fría, pero aplicada correctamente. Para utilizar este sistema, basta con introducir la carne en una bolsa hermética bien cerrada —para evitar que entre agua— y sumergirla en un recipiente con agua fría del grifo. Este método aprovecha que el agua transmite el calor mucho más rápido que el aire, lo que acelera notablemente la descongelación.
A diferencia de dejar la carne sobre la encimera, el agua fría mantiene una temperatura segura y constante, evitando que la superficie del alimento alcance niveles en los que pueden proliferar bacterias.
¿Por qué es más eficaz que la nevera?
En la nevera, la descongelación es segura, pero lenta: puede llevar entre 8 y 24 horas, dependiendo del tamaño de la pieza. Con el método del agua fría, ese tiempo puede reducirse a 30–60 minutos, lo que supone una diferencia notable cuando no se ha planificado la comida con antelación.
Eso sí, para mantener la eficacia, se recomienda cambiar el agua cada 20–30 minutos si deja de estar fría, garantizando así que el proceso continúe de forma uniforme.
Lo que nunca deberías hacer
Los expertos coinciden en desaconsejar dos prácticas muy habituales:
- Descongelar al aire libre, ya que la superficie de la carne puede alcanzar temperaturas peligrosas.
- Usar agua caliente, porque acelera el crecimiento bacteriano y afecta a la textura del alimento.
- El microondas puede ser una opción puntual, pero suele iniciar la cocción de algunas zonas y deteriorar la calidad de la carne.
Un truco útil para el día a día
Este sistema con agua fría es ideal para filetes, pechugas, carne picada o piezas de tamaño medio. Una vez descongelada, la carne debe cocinarse inmediatamente y no volver a congelarse en crudo.
Así, cuando el tiempo apremia, ya no hace falta elegir entre esperar horas o arriesgarse: ni nevera ni aire, el agua fría bien utilizada se convierte en la forma más rápida y segura de descongelar carne.
