Todos los hombres (desconocidos) del presidente
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«Construir un nuevo PSOE para regenerar España», Sánchez 'dixit'. Para ambas tareas confío en Ábalos, a quien no conocía de nada, pero lo nombró secretario de Organización y ministro. Cuando le salió rana, ascendió a los altares de la Secretaría de Organización –columna vertebral de un partido como el PSOE– a otro gran desconocido para él. Eso fue en el 41 Congreso del PSOE en Sevilla, en el que la anfitriona y vicesecretaria general (y vicepresidenta del Gobierno, que lo del pluriempleo es algo que se lleva mucho en los que enarbolaban aquello de «un militante, un cargo») definía como «extraordinario» a Cerdán, «y yo particularmente espero y deseo que continúe durante muchos años», apostillaba. Un año, unos cuantos audios y cinco meses en prisión preventiva después, esa persona de la que usted me habla «no tiene nada que ver con el PSOE», Montero 'dixit'. De Ábalos a Cerdán y de Cerdán a Salazar, Torró mediante. Porque, no nos engañemos, en aquella idea de una Secretaría de Organización 'coral' con una mujer al frente –pero que al parecer necesitaba de algunos adjuntos para ejercer–, quien iba a ejercer de facto era el hombre que susurraba a los caballos. Con todo este material, los creadores del éxito de crítica y público 'Moncloa: cuatro estaciones' estudian contrarrestar el efecto de la nueva de Torrente con un 'remake' libre de perfectos desconocidos. Un extra será para Koldo García, por su «absolutamente anecdótica» relación con Sánchez. Parece ser que se descarta la participación de la periodista de investigación 'autónoma' en el papel de fontanera porque será objeto de un 'spin off'. Si todo esto hubiese caído en manos de Berlanga… Mientras, hay quienes no soportamos más el bochorno. Porque hay algo todavía peor que todos estos actos de una dirigencia que no está a la altura de su militancia, que es faltar el respeto a la inteligencia de ésta. Sánchez no es el PSOE, y el PSOE no es Sánchez. Ocupará, lo hace ya por derecho propio, una parte de la historia del partido, más que centenario, que continuará, sea cuando sea su marcha, después de él, ojalá que no convertido por el bien de este país en un erial. Haber confundido esto, desde el inicio, no solo explica parte de lo que está sucediendo, sino cómo está sucediendo, en gran medida consecuencia de un modelo de partido y de ejercicio del liderazgo y el poder. «Primero España, después el partido y después cada uno», nos enseñó Ramón Rubial, lema del que parece que se ha invertido el orden de los factores, que en este caso altera el producto. Para la próxima quedada en Ferraz, en lugar de Quevedo y la Carrá, que vayan ensayando la partitura de la orquesta del Titanic. Carlos Arriazu Antón. Logroño (La Rioja) Sólo los personajes tóxicos y radicales aprovechados que disfrutan creando polémica y frentismo serán los que no sepan entender el mensaje tan directo, claro y necesario pronunciado por el Rey en Nochebuena. Gracias, Majestad. Si no hacemos caso, no es culpa suya; es sólo nuestra. David García. Madrid
