LaLiga Hypermotion: El Deportivo regresa del infierno
Para un club que puede ser considerado entre los grandes del país, verse fuera del fútbol profesional es mucho más que un asunto deportivo. Se convierte en un palo moral, una herida que solo puede cicatrizar de una forma: regresando. Y eso es precisamente lo que ha hecho el Deportivo de La Coruña. Fueron años duros, pero en Riazor ya pueden decir que están de vuelta. Todavía no en el nivel al que realmente pertenecen, pero cada vez más cerca.
El momento de la catarsis, de tocar fondo, llegó con el descenso a Segunda B allá por 2020. El año en que se terminó el campeonato en verano por los efectos de la pandemia de Covid-19. La travesía fue larga y penosa, hasta cuatro temporadas fuera de LaLiga y estrellándose en cada año en los playoff de ascenso, donde acababa resultando eliminado.
Hasta que, en 2024, el Depor consiguió acabar campeón de su grupo y ascender directamente a LaLiga Hypermotion. Y ahora mira hacia arriba, a la máxima categoría de nuestro fútbol. Tras una primera temporada de sufrimiento -en realidad, todas lo son en la 'Liga Hipertensiones'-, el equipo que dirige Antonio Hidalgo está completando una gran primera mitad en la campaña actual.
En estos momentos, el equipo gallego se encuentra tercero en la Segunda División, en zona de playoff de ascenso. Es su mejor clasificación de los últimos nueve años a estas alturas de temporada, e incluso ha llegado a estar varias jornadas en lo más alto. Además, con un juego reconocible y haciendo disfrutar a una afición exigente que cada año abarrota Riazor.
Y precisamente para eso, para levantar a la grada, el equipo coruñés tiene en sus filas al que es, probablemente, jugador franquicia de la categoría. Yeremay Hernández es, a sus 23 años, el mayor exponente de esta nueva etapa para la entidad coruñesa. El equipo quiere ascender de su mano y él quiere ayudar a que ascienda. Un hombre de club en el mejor momento posible.
Formado y crecido en las categorías inferiores, Yeremay tiene contrato hasta 2030 y una cláusula cercana a los 50 millones de euros. Una cantidad de la que el Depor no piensa descontar ni un céntimo. No tiene necesidad de hacerlo. En verano, el Sporting de Portugal apostó fuerte por su fichaje, pero la negativa del club a negociar y el compromiso del futbolista lo mantuvieron un año más en Riazor. Se le ha vinculado a clubes como Borussia de Dortmund o Nápoles, pero por ahora el jugador sigue de blanquiazul y no se espera que salga en este mercado de enero. El verano que viene será otro cantar, sobre todo si no hay ascenso.
Sigue sin ser el lugar donde debería estar un club como el Deportivo, que ha pasado 48 años en Primera División y cuenta con una Liga, dos Copas del Rey y tres Supercopas en sus vitrinas. Pero este año ya ha vivido un partido con sabor a Primera, y en breve Riazor verá desfilar a uno de los grandes. La Copa del Rey ha dado una alegría extra al club coruñés, que eliminó al Mallorca en la ronda anterior. Y, como premio, se va a enfrentar a otro equipo de la máxima categoría. De hecho, hay muchas posibilidades de que sea uno de los cuatro que estará en la Supercopa.
No hace tanto tiempo que un Deportivo-Real Madrid era el mejor partido de una jornada cualquiera en LaLiga. Hoy, los años del 'Superdépor' quedan todavía lejos, pero está claro que el club vive en una dinámica completamente ascendente que lo sitúa, por juego, plantilla y poderío económico, entre los candidatos a pelear el ascenso en el mes de mayo. De momento, va en la dirección correcta y, aunque el fútbol no sea una ciencia exacta y la Segunda sea una competición eterna y de enorme dificultad, es una realidad que el Depor está de vuelta.
