Irán quiere impedir que su partido del Mundial ante Egipto sea declarado 'partido del orgullo LGTBIQ+'
Antes de que el pasado 5 de diciembre tuviera lugar en Washington el sorteo de los grupos del Mundial de fútbol 2026 , el choque que tendría lugar en Seattle el 26 de junio fue declarado 'Partido del Orgullo' por la comunidad local en celebración del movimiento LGTBIQ+, como punto de partida al 'PrideFest' que se celebra de forma anual en esta ciudad estadounidense. Ironías del destino, los bombos del sorteo quisieron que las dos selecciones que se vean las caras ese día en el Lumen Field sean Irán y Egipto, dos países en los que la homosexualidad es un delito . Desde que el sorteo designó a estos protagonistas, la Federación Iraní de Fútbol (FFIRI) se ha mostrado profundamente beligerante, mostrando su intención de impedir que su duelo ante Egipto, se dispute bajo esa denominación de 'Partido del Orgullo' . « No tenemos ningún interés en que nuestro tercer partido del Mundial se juegue bajo los colores del arcoíris . Estamos decididos a impedirlo y lo haremos», ha declarado recientemente Mehdi Taj, presidente de la FFIRI, en una entrevista con el periódico 'Ham Mihan'. Taj argumentó entre otras cosas que ese partido del 26 de junio coincide con el mes sagrado del Muharram, en el que los musulmanes chiíes conmemoran la muerte del tercer imán Hussain Ibn Ali. En Irán el 'Partido del Orgullo' se considera un insulto a las costumbres islámicas del país, donde la homosexualidad está considerada pecado y puede acarrear incluso la pena de muerte. No es la primera polémica en la que se ve envuelta la Federación de Irán, que ya decidió no participar en la ceremonia del sorteo del Mundial y presentó además una denuncia ante la FIFA después de que la administración de Donald Trump negase el visado a varios de sus miembros, una decisión que calificó como «política» y «sin relación con el deporte. Algo menos agresiva ha sido la reacción de Egipto , si bien la homosexualidad igualmente puede constituir un delito en el país de los faraones, cuya Federación también ha protestado contra el Partido del Orgullo en una carta dirigida a la FIFA. En ella afirma que tales actividades « contradicen directamente los valores culturales, religiosos y sociales [...] de la región , especialmente en las sociedades árabes e islámicas». De aquí al inicio del Mundial, el próximo 11 de junio, el problema podría enquistarse, pues la FIFA solo tiene control sobre los estadios y sobre la 'fanzone' oficial de las ciudades anfitrionas del torneo, pero no sobre las actividades previstas por las comunidades locales.
