La receta tradicional de tortas fritas de la abuela, el postre irresistible para los días de lluvia
Este dulce es típico en la gastronomía de América Latina, especialmente en Uruguay y Argentina. La manera tradicional de disfrutarla es con un mate o con un café con leche
Qué es el cabello de ángel y por qué sólo se prepara en esta época del año
Con la bajada de temperaturas, las hojas caídas de los árboles y los charcos de lluvia reposando en el suelo, apetece más que nunca pasar las tardes de otoño en casa. Es, sin duda, el momento perfecto para dedicar tiempo a la cocina, para elaborar alguno de nuestros dulces preferidos o, incluso, para atrevernos a experimentar con nuevas recetas.
En esta ocasión, traemos la receta de la torta frita de la abuela, un bocado dulce e irresistible, ideal para esos días de lluvia. Se puede acompañar perfectamente con una taza de café o un chocolate espeso, sin embargo, la manera tradicional de disfrutarla es con un mate, la infusión sudamericana elaborada con hojas secas y molidas de yerba mate. También, si se prefiere, puede servirse junto a un café con leche.
Este dulce es típico en la gastronomía de América Latina, especialmente en Uruguay y Argentina. Dependiendo de la región, las tortas de la abuela también reciben otros nombres, como tortas de pan fritas, tortas de masa frita, sopaipas, asopaipas o sopaipillas. En general se trata de un bocado muy popular dentro de la cocina rioplatense, es decir, de las zonas cercanas al Río de la Plata.
En cuanto a su origen, se estima que data de la época del Al-Ándalus, cuando los árabes invadieron y se asentaron en la península ibérica. Durante ese periodo, los habitantes acogieron costumbres y las adaptaron a diversas preparaciones culinarias, dando lugar a múltiples variantes de esta receta. Posteriormente, con las grandes oleadas migratorias hacia América, esta tradición viajó al nuevo continente, llevando consigo los sabores de la cocina andaluza.
En España, de hecho, existen tortas muy similares, tanto en sabor como en textura, aunque reciben distintos nombres según la región, e incluso de la localidad. Por ejemplo, en La Alcarria, una comarca situada entre la provincia de Cuenca y Guadalajara, se denominan 'parpantas o 'papartas. Su elaboración es similar y su sabor recuerda al de los buñuelos en el primer bocado.
Por lo general, las tortas fritas suelen ser saladas, ya que a la masa se le añade una pizca de sal. No obstante, en algunas variantes más dulces se incorpora dulce de membrillo a la masa, antes de freírlas, o, una vez listas, se embadurnan con dulce de leche, logrando así una versión aún más tentadora.
La receta
Esta receta no te dejará indiferente. Se trata de una fritura elaborada a partir de una masa de harina de trigo, que posteriormente se fríe en aceite o manteca de cerdo. Su forma tradicional suele ser redonda y con un agujero en el centro, lo que permite que la masa se cueza de manera uniforme por dentro y evita que se infle demasiado. Además, esta abertura resulta muy práctica a la hora de tomarla para disfrutarla recién hecha. Los ingredientes pueden variar ligeramente según la región, sin embargo, la esencia sigue intacta, siendo crujiente y deliciosa. Para preparar ocho tortas fritas, necesitarás los siguientes ingredientes:
Para elaborar la masa:
- Una taza y media, alrededor de 200 gramos de harina de fuerza
- Media taza de agua, alrededor de 250 gramos
- Una pizca de sal, unos 3 gramos
- 4 gramos de levadura fresca o 1,5 gramos de levadura seca (alternativa)
- Una cucharada de mantequilla sin sal
- Medio litro de aceite de oliva
Utensilios que necesitaremos para elaborar la receta:
- Dos boles
- Una báscula digital o balanza de cocina
- Un cazo grande
- Un rodillo
- Un termómetro digital de cocina (opcional)
- Una rasqueta de cocina
Cuanto tengamos todos los ingredientes y los materiales de cocina, podemos ponernos manos a la obra. En primer lugar, cogemos un bol grande y le añadimos la harina. Poco a poco, incorporamos el agua mientras removemos con una cuchara o una varilla de cocina, procurando obtener una mezcla homogénea y sin grumos.
A continuación, incorporamos la levadura desmenuzada y mezclamos con ayuda de nuestras manos hasta conseguir una masa firme. Es importante tener en cuenta que cada harina tiene una capacidad distinta de absorción, por lo que puede que necesitemos ajustar ligeramente la cantidad de agua.
Seguidamente, incorporamos la sal y continuamos mezclando hasta integrarla bien. Después, trasladamos la masa a una superficie limpia y plana de la cocina y comenzamos a amasar. Lo haremos hasta obtener una textura elástica, firme y resistente. Luego, agregamos la mantequilla poco a poco permitiendo que se integre completamente antes de seguir añadiendo más. Cuando esté lista, formamos una bola y la colocamos dentro de un bol limpio. Cubrimos con papel transparente y lo dejamos a temperatura ambiente hasta que crezca triplicando su volumen, lo que tomará aproximadamente dos horas.
Transcurrido este tiempo, volcamos la masa en una superficie plana de la cocina y la dividimos en ocho porciones medianas. Amasamos con suavidad y las dejamos reposar cubiertas de papel transparente alrededor de 20 minutos.
Pasado el reposo, nos preparamos para freírlas. Para ello, cogeremos un cazo, le echaremos el aceite de oliva y lo colocaremos a fuego medio alto. Lo calentamos hasta alcanzar una temperatura de unos 180 grados. Este punto es fundamental. Si el aceite no consigue una temperatura bastante caliente, la masa se hundirá y absorberá demasiado aceite quedando grasiento el resultado.
Antes de cocinarlas, le damos formas a las tortas, podemos aplanarlas con la mano o con el rodillo dejando un grosor de 3 o 4 centímetros y un diámetro de 10. A continuación, las introducimos con cuidado en el aceite caliente y las freímos un par de minutos. Cuando la masa crezca y adquiera un tono tostado, iremos dando la vuelta a las tortas con un tenedor o espátula. Una vez doradas por ambos lados, las retiramos y colocamos sobre un plato con papel de cocina para que absorban el exceso de aceite. Y repetimos este proceso con los demás. Como mejor están estas tortas es recién hechas.
