¡Jóvenes, a las urnas! No regalen su poder
Cada cuatro años, Costa Rica abre una puerta única: la oportunidad de decidir quién liderará el país y quién redactará las leyes que regirán nuestra vida cotidiana. Para muchas personas jóvenes, puede parecer algo lejano o poco relevante. Pero votar es una de las formas más directas de participar en la construcción del país que queremos. No es solo marcar una papeleta; es decir: “Yo también decido”.
Universitarios opinan en voz alta sobre la campaña y el próximo gobierno
La política está en todo: en el precio del bus, en las becas, en la calidad del aire, en los derechos que defendemos. Cuando no votamos, dejamos que otros decidan por nosotros. Y muchas veces, esos otros no tienen en mente nuestras luchas ni nuestros sueños.
Hoy, más del 30% del padrón electoral está compuesto por personas menores de 35 años. Eso significa que la juventud tiene el poder de inclinar la balanza. Pero ese poder solo se activa si lo usamos con conciencia, con información, con criterio.
Votar no es un concurso de simpatía. Es preguntarse: ¿qué propone esta persona para mejorar la educación? ¿Cómo piensa enfrentar el desempleo juvenil? ¿Qué postura tiene sobre los derechos humanos? Informarse es clave. No basta con el meme o el TikTok: hay que ir más allá.
Y no olvidemos a los diputados. Son quienes hacen las leyes, fiscalizan al Ejecutivo y pueden impulsar reformas importantes. Elegir bien a la Asamblea Legislativa es tan importante como elegir bien a la Presidencia.
El mito de que “mi voto no cambia nada” es eso: un mito. En Costa Rica, muchas elecciones se han decidido por márgenes muy pequeños. Además, cuando la juventud vota masivamente, los partidos se ven obligados a escuchar, a renovar, a incluir.
Votar también es un acto de rebeldía. Contra la indiferencia, contra la corrupción, contra la exclusión. Y en esta era digital, podemos influir en la población compartiendo información verificada, organizando debates, denunciando noticias falsas. La participación digital no reemplaza el voto. Lo complementa.
Costa Rica enfrenta retos enormes, pero también tiene fortalezas únicas. La pregunta es: ¿qué país queremos construir? Uno donde la juventud tenga voz, donde la educación sea prioridad, donde la innovación impulse el desarrollo.
Jóvenes que votan son jóvenes que transforman. No te quedés fuera. No regalés tu poder. Tu voto puede ser la chispa que encienda el cambio.
Este año, votá con convicción, porque votar es construir futuro, y el futuro empieza hoy.
Ashly Jimena Núñez Parra y José Pablo Mayorga Dávila son Estudiantes de Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica (UCR).
