Se llevaron aretes, pero se salvó la corona de diamantes: Los lujosos objetos que robaron del Museo de Louvre
Un robo de película en el Museo del Louvre, el más visitado del mundo, dejó este domingo una estela de desconcierto entre los turistas que esperaban admirar las joyas de la corona francesa.
En solo siete minutos, un comando de tres o cuatro ladrones profesionales se llevó piezas de valor patrimonial incalculable de la Galería Apolo, un salón emblemático que guarda parte de las joyas de Napoleón y la emperatriz Eugenia. Fue un “gran robo” realizado por “un equipo que hizo su tarea”, según dijo Laurent Núñez, ministro del Interior a la emisora de radio France Inter.
¿Cómo fue el robo del Museo de Louvre?
El golpe ocurrió alrededor de las 09:30 de la mañana (hora local), cuando los intrusos ingresaron por el flanco sur del museo, junto al río Sena, utilizando una plataforma elevadora de las que se emplean en mudanzas.
Dos de ellos, vestidos con chalecos amarillos como si fueran obreros, subieron por el montacargas y rompieron con un disco de corte el cristal de una ventana para acceder al primer piso.
Las alarmas del exterior de la ventana de la galería se activaron. De inmediato llegaron cinco guardias de seguridad, pero el robo fue “particularmente rápido y violento”, según un comunicado del Ministerio de Cultura.
Según Laurent Núñez, los ladrones actuaron con precisión quirúrgica: llegaron en scooters TMax y cortaron el vidrio de las vitrinas. Una vez dentro, fueron directo a las vitrinas de la colección napoleónica, donde se apoderaron de entre ocho y diez joyas, todas de valor patrimonial incalculable y procedentes de las colecciones imperiales del siglo XIX
Las piezas robadas del Museo de Louvre
De acuerdo con el Ministerio de Cultura, las piezas robadas pertenecían a una colección de 23 objetos vinculados al Segundo Imperio:
- Tiara perteneciente a las reinas Marie-Amélie y Hortense.
- Collar de zafiros de la colección de Marie-Amélie.
- Aretes de zafiros de la misma colección.
- Collar de esmeraldas perteneciente a Marie-Louise.
- Aretes de esmeraldas de Marie-Louise.
- Broche reliquiario (reliquary brooch).
- Tiara de la emperatriz Eugenia de Montijo, adornada con 1,354 diamantes y 56 esmeraldas (recuperada, aunque dañada).
- Gran lazo de corsage de la emperatriz Eugenia.
- Conjunto de collar y aretes napoleónicos, descritos en medios franceses como parte de una “suite imperial” del siglo XIX.
Braquage au Louvre : plus de 1300 diamants, 56 émeraudes… La spectaculaire couronne de l’impératrice Eugénie, rescapée du vol
— Le Parisien (@le_Parisien) October 19, 2025
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En su escape, dejaron atrás herramientas y, sobre todo, la corona de Eugenia de Montijo, la esposa española de Napoleón III, que apareció dañada a las afueras del museo.
La joya recuperada es una de las más emblemáticas del acervo imperial francés: una corona creada para la Exposición Universal de 1855, engastada con 1,354 diamantes y 56 esmeraldas, recuperada por el Estado francés hace poco más de un siglo tras haber sido vendida durante la Tercera República.
El robo, ejecutado a escasos 250 metros de la sala de la Mona Lisa, obligó a cerrar el museo por el resto del día y evacuar a miles de visitantes. Videos grabados por turistas muestran el momento en que los empleados desalojan las salas mientras una plataforma elevadora permanecía apoyada contra la fachada que da al Sena.
Un golpe que evoca los robos más célebres del Louvre
No es la primera vez que el Louvre sufre un robo espectacular. En 1911, Vincenzo Peruggia, un obrero italiano, sustrajo la Mona Lisa, que fue recuperada dos años después en Florencia. En 1998 desapareció un cuadro de Camille Corot, que nunca se recuperó.
Ahora, más de un siglo después, los investigadores revisan las cámaras del ala Denon y el equipo utilizado en la operación para esclarecer si los ladrones contaron con ayuda interna.
La ministra Rachida Dati reconoció que el ataque, ejecutado sin violencia, muestra una vulnerabilidad “antigua” en los museos franceses.
Mientras la Fiscalía de París investiga el caso por robo en banda organizada y asociación de malhechores, expertos advierten que las joyas robadas podrían ser imposibles de rastrear. “Es probable que las piedras sean cortadas y revendidas”, señaló Tobias Kormind, director de 77 Diamonds.
Fallas de seguridad y críticas políticas
El senador comunista Ian Brossat aprovechó el incidente para denunciar la falta de personal de seguridad en el Louvre, recordando que los trabajadores ya habían hecho una huelga en junio para exigir refuerzos ante el hacinamiento y las obras en curso. En los últimos cinco años, la plantilla del museo se ha reducido en unas 200 personas.
El robo también desató reacciones políticas. Jordan Bardella, líder de extrema derecha, calificó el suceso como “una humillación insoportable para Francia” y lo usó para atacar al presidente Emmanuel Macron, quien impulsa un plan de 700 millones de euros para un “Nuevo Renacimiento del Louvre”, con miras a modernizar su infraestructura y crear una galería exclusiva para la Mona Lisa antes de 2031.
Con información de EFE, AP y Bloomberg.