Esta gabardina de Lefties para otoño parece de firma y es mi hallazgo del mes
Este otoño abundan las gabardinas cortas pero la versión
larga sigue siendo la que resiste todas las modas. Es una de esas prendas
que más se aprovechan cuando empieza el entretiempo porque combina con casi
todo y, gracias a su estilo clásico, encaja en cualquier plan del día.
En Lefties hay una versión que refleja bien esa idea:
larga, con una sola hilera de botones, corte recto y cuello camisero. Está disponible
en beige y verde caqui, dos tonos neutros que encajan con la paleta de
colores de esta temporada y tiene un precio de 35,99€.
Un diseño minimalista con aire premium
Lo que más llama la atención de esta gabardina es su sencillez
bien medida. No lleva adornos ni costuras marcadas y aun así destaca. El
tejido tiene cuerpo pero es ligero y el largo ayuda a que estilice cualquier
look.
El resultado es una prenda versátil que se adapta a casi
cualquier combinación. Puedes llevarla con pantalones anchos o rectos y una
camisa o un polo, con un jersey ligero cuando refresca o con una camiseta
básica y un pañuelo al cuello. También funciona sobre un conjunto o un vestido
de punto, con falda midi o incluso con minifalda, y combina bien con prendas
estampadas —animal print, rayas, cuadros o lunares— gracias a su diseño
sencillo.
Beige o verde caqui: dos clásicos
El beige ha sido siempre el color más asociado a la
gabardina, un fondo de armario que no falla. Pero el verde caqui ha
ganado terreno en las últimas temporadas, sobre todo en looks urbanos y más
actuales. Cada vez se ve más como una alternativa igual de versátil, que
combina sin problema con tonos neutros o con prendas denim.
En esta propuesta de Lefties, ambos tonos funcionan de la
misma forma: el beige transmite luz y mantiene el guiño clásico; el verde
aporta un punto más actual sin romper la estética atemporal.
De uniforme militar a icono urbano
La historia de la gabardina tiene poco que ver con la moda y mucho con la funcionalidad. Thomas Burberry patentó el tejido gabardina en 1879, ideado para proteger del frío y la lluvia sin perder transpirabilidad. Con el tiempo, el ejército británico adoptó su diseño y lo popularizó fuera del frente.
El cine hizo el resto: Humphrey Bogart, Audrey Hepburn o Catherine Deneuve
la convirtieron en un símbolo de elegancia cotidiana. Desde entonces, cada
década ha reinterpretado su silueta sin borrar esa mezcla entre utilidad y
estilo que la define.
Un hallazgo que vale más por cómo se lleva que por cuánto cuesta
La encontré por casualidad y acabó convenciéndome. El precio
fue casi una excusa para quedarme también con ella. Tiene presencia, es cómoda
y su diseño minimalista mejora cualquier look sin esfuerzo. Un descubrimiento
que aprovecharé hasta que llegue el invierno y volveré a rescatar en primavera.