“El deporte me dio una segunda oportunidad”: Fundación Ruedas Mágicas lanza velada cultural por la inclusión
Según el Ministerio de Salud, existen alrededor de 300 pacientes con distrofia muscular. Esta enfermedad afecta a las neuronas motoras de la médula espinal, debilitando los músculos y comprometiendo funciones vitales como la respiración y la movilidad.
Para seguir en la lucha contra esta enfermedad, la Fundación Ruedas Mágicas, organización sin fines de lucro que trabaja en favor de niños, adolescentes y jóvenes con distrofia muscular en el Perú, realizó el evento solidario “Distrofia Muscular en Pantalla Grande”. Se trató de una velada cultural que busca sensibilizar a la sociedad y recaudar fondos para seguir donando sillas de ruedas eléctricas a quienes más lo necesitan.
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El evento contó con la proyección del cortometraje “Colores de María”, producido en Brasil y protagonizado por pacientes reales con distrofia muscular, que narra cómo el amor y la resiliencia pueden trascender cualquier diagnóstico.
Una vida transformada por el deporte
El impacto de la Fundación Ruedas Mágicas se refleja en historias como la de César Quispe, diagnosticado con distrofia muscular a los 13 años. Tras un proceso difícil en que vio limitarse su movilidad y sus actividades diarias, encontró una nueva oportunidad en el paradeporte, gracias a la fundación.
“Yo creí que no podía hacer más hasta que conocí el mundo del deporte”, recuerda. Hoy, a sus 29 años, ya ha representado al Perú en tres competencias internacionales, logrando medallas en todas ellas. La más reciente fue la Copa del Mundo de Boccia en Brasil, donde conquistó la medalla de oro.
César admite que el inicio no fue sencillo. “Empecé queriendo avanzar a pasos agigantados, me lesioné, pero gracias al apoyo de la fundación y de mi entorno pude continuar”. Antes del deporte, intentaba reinventarse con un pequeño negocio de ropa, pero la pandemia truncó ese proyecto. “Estaba sin rumbo. La fundación me conectó con el paradeporte y eso me devolvió las ganas de salir adelante”, señala.
Un futuro esperanzador
Hoy César se prepara para viajar a Cali, Colombia, a la Copa América, que otorga clasificación directa al Mundial de Corea 2026 y es antesala de los Juegos Paraolímpicos de Los Ángeles 2028. Su gran meta está puesta en los Juegos Panamericanos Lima 2027. “Será mi primer Panamericano, una oportunidad de darme a conocer”, dice con ilusión.
Sin embargo, también reconoce las trabas que enfrenta un paratleta en el Perú: falta de transporte accesible, ausencia de un centro paralímpico propio para entrenar y escasos recursos para la preparación. Pese a estas dificultades, mantiene la cabeza en alto.
“El deporte me dio una segunda oportunidad. Quiero decirles a los chicos que no se rindan, que sueñen y sigan luchando. Con disciplina y apoyo, se puede llegar lejos”.