“Hay muchos hermanos que ya no tienen fuerzas para seguir”
El arzobispo porteño reconoció que hay muchos que han detenido su marcha porque no le encuentran el sentido a sus vidas, pero alentó a seguir caminando unidos y con esperanza y a no dejarse ganar por la impotencia del “no se puede”. Alertó también sobre los “atajos tramposos” y las promesas de “espejitos de colores”. Nueva advertencia episcopal sobre la pobreza y el narcotráfico.