El bebé desnudo de 'Nevermind', la batalla legal por pornografía infantil que marcó Nirvana
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Cuando en 1991 se publico 'Nevermind' , el disco superventas que catapultó a Nirvana al estrellato mundial, nadie pudo imaginar que su portada sería una de las más controvertidas de la historia del rock, ni tampoco que décadas después estaría en el centro de una de las disputas legales más largas y enrevesadas que haya habido en torno a una fotografía. En ella aparece un bebé desnudo, sumergido en el agua de una piscina intentando coger un billete de dólar sujetado con un anzuelo. Y paradójicamente, eso es precisamente lo que persigue treinta y pico años después: dinero. El protagonista de la imagen, Spencer Elden, puso una demanda en un tribunal de California contra los miembros de Nirvana en 2021 alegando que «comercializaron intencionadamente con pornografía infantil y aprovecharon su carácter impactante para promocionarse a sí mismos y su música», y señalando que «Spencer fue elemento esencial de una estrategia de promoción discográfica comúnmente utilizada en la industria musical para llamar la atención, en la que las portadas de los álbumes mostraban a niños en poses sexualmente provocativas para ganar notoriedad, impulsar las ventas y atraer la atención de los medios de comunicación y las críticas». Elden pidió una indemnización de al menos 150.000 dólares por cada uno de los demandados, entre los que se encuentran los miembros supervivientes de la banda Dave Grohl (batería) y Krist Novoselic (bajo); Courtney Love , albacea de la herencia de Kurt Cobain ; Guy Oseary y Heather Parry, administradores de la herencia de Cobain; el fotógrafo Kirk Weddle; el director artístico Robert Fisher; y varias discográficas que publicaron o distribuyeron el álbum en las últimas tres décadas. Fue denunciado incluso el baterista original, Chad Channing, que ni siquiera estaba en la formación cuando se tomó la fotografía. Curiosamente, hasta ese momento Elden no había tenido el menor problema con la portada e incluso la había recreado ya siendo adulto, haciendo sesiones fotográficas sumergiéndose en piscinas para posar (con bañador) con motivo de los diferentes aniversarios del álbum. Incluso se tatuó la palabra 'Nevermind' en el pecho . Pero sí se había quejado en algún momento de lo poco que cobraron sus padres por la imagen (200 dólares), aunque nunca la había descrito como pornográfica. El fotógrafo Kirk Weddle era amigo del padre de Elden, que en ese momento tenía cuatro meses, y la sesión se llevó a cabo en el Centro Acuático de Pasadena de una manera muy informal, sin firmar ningún documento que acreditara la autorización del uso de la imagen . Tres meses después, vieron un cartel gigante con la portada en la pared de Tower Records, en Sunset Boulevard, y al poco tiempo «Geffen Records envió al pequeño Spencer Elden, ya de un año, un disco de platino y un osito de peluche». Los abogados de Elden recurrieron la decisión argumentando que el daño que se le ha causado es continuo y ha persistido en los años posteriores a su mayoría de edad, pero en septiembre de ese mismo año, la petición fue de nuevo desestimada. Sin embargo, Elden no se dio por vencido y llevó su caso al Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de California, asegurando que «según la lógica de los diez años de prescripción, cualquier productor de pornografía infantil podría simplemente esperar a que pasara el tiempo y luego volver a distribuir material abusivo con total impunidad». El mencionado tribunal revocó la desestimación en diciembre de 2023 , sin pronunciarse sobre si la imagen constituía pornografía infantil o no. Pero fue «un revés procesal», admitieron los abogados de Nirvana, que aseguraron que seguirían defendiéndose «con vigor» para «ganar este caso basado en una acusación sin fundamento». Por su parte, el abogado de Elden afirmó que su cliente estaba «muy satisfecho con la decisión y espera con interés su día en el tribunal». Pero tampoco han tenido éxito: este miércoles, otro juez federal le ha parado los pies al conocido como 'Nirvana Baby' al considerar que «ningún jurado razonable consideraría pornográfica» la imagen, que describe como «una foto de familia en la que sale un bebé desnudo dándose un baño». Y añade: «Aparte del hecho de que el demandante apareciera desnudo en la portada del álbum, nada se acerca a incluir la imagen en el ámbito de la ley sobre pornografía infantil». El abogado de Nirvana, Bert Deixler, ha declarado que están «encantados de que el tribunal haya puesto fin a este caso sin fundamento y haya liberado a nuestros creativos clientes del estigma de las falsas acusaciones».