ru24.pro
World News in Spanish
Сентябрь
2025

El corto antinazi de 1947 que sigue vigente en 2025: “Usaron los prejuicios como un arma para acabar con el país”

0

La película producida por el Departamento de Guerra de los Estados Unidos lanza un mensaje completamente contrario al que defiende el actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump

¿Por qué ‘NUEVAYoL’ de Bad Bunny se ha convertido en un himno frente a las políticas antinmigración de Trump?

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha resucitado el discurso antinmigración: deportaciones a terceros países, revisión de las redes sociales de aquellos que soliciten un visado, construcción de cárceles y redadas arbitrarias por las calles. Y no pierde la oportunidad de insistir en esta cuestión cada vez que tiene un micrófono delante. La última, en su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), donde aseguró que hay que acabar con el “fracasado experimento de fronteras abiertas”.

Ahora, su discurso tiene eco en cada rincón del planeta y muchos partidos han convertido esta cuestión en su caballo de batalla, con el que siguen avanzando en las encuestas. El debate migratorio no sólo remueve las aguas políticas, sino que se ha convertido en una preocupación para la ciudadanía, también para la española, según las últimas encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

El gobierno italiano de Giorgia Meloni impulsó los polémicos centros para inmigrantes en Albania. Ejecutivos como el húngaro han promovido normativas para denegar el acceso a los inmigrantes, a los que Viktor Orbán considera como “veneno” y “no necesarios”. El debate interno está servido en cada país y en el seno de la Unión Europea (UE). 

En este contexto, algunos recurren al corto antinazi Don't be a sucker (1947) para desmontar el discurso antinmigración. Se trata de una crítica contra los discursos del odio, un llamamiento a la convivencia y a la tolerancia que no deja de ser curiosa, reparan muchos, porque fue producido por el Departamento de Guerra de los Estados Unidos hace décadas. Una iniciativa gubernamental cuyo discurso dista mucho del que tiene el inquilino de la Casa Blanca. 

Don't be a sucker sigue vigente en 2025

Este cortometraje, producido por el Departamento de Guerra de los Estados Unidos en 1947, lanza un mensaje antirracista y antifascista, que choca con el discurso que hizo Trump ante la ONU. “Es hora de poner fin a este fallido experimento de fronteras abiertas. Tienen que terminar con ello de una vez. Créanme, les puedo decir que soy un verdadero experto en este tema. Sus países se están yendo al infierno”, afirmó el republicano en un discurso nativista. 

El mensaje de la película es radicalmente contrario. Entre sus escenas más destacadas, aparece un agitador que se declara “americano, americano” y que se dirige a una multitud de la calle para convencerles de que los extranjeros, así como los masones, son un problema para el país, poniendo en riesgo su subsistencia. 

Escuchando el discurso están dos hombres. “¿Crees en lo que dice?”, le pregunta, a lo que responde que le “parece que tiene sentido”. El problema viene cuando propone echar a los masones. Él es uno de ellos y “eso lo cambia todo”. 

Ahí es cuando llega la intervención mollar, que muchos rescatan en pleno 2025: “En este país no hay otras personas. Somos estadounidenses. [...] Yo he escuchado este discurso. Lo vi en Berlín. Escuché lo mismo que acabamos de escuchar, pero era un tonto. Creí que los nazis eran unos locos, fanáticos estúpidos, pero no fue así. Vieron que no eran lo suficientemente fuertes para conquistar un país unido, por eso dividieron a Alemania en grupos pequeños. Usaron los prejuicios como un arma para acabar con el país”. 

Y recuerda que los humanos “no nacen con prejuicios, sino que siempre los crea una persona que busca algo”: “Recuérdalo cuando escuches este discurso. Alguien va a sacar algo de todo esto, y no serás tú”.