El submarino ruso avistado hace días en el Estrecho, en riesgo de explosión por una fuga de combustible
El submarino ruso Novorossiysk, una embarcación diésel-eléctrica de la Flota del Mar Negro, ha sufrido un accidente grave en el mar Mediterráneo, según ha reportado un canal especializado ruso. El informe señala su presencia en el Estrecho de Gibraltar, con una posible acumulación crítica de combustible en su interior, lo que supone un riesgo de explosión.
Los detalles técnicos revelan fallos severos en el sistema de combustible. El canal de Telegram ruso VChk-OGPU —reconocido por sus conexiones con servicios de inteligencia— informó sobre daños estructurales en su interior, lo que representa un riesgo de explosión e impide la reparación inmediata. Se sugiere que la tripulación podría verse obligada a verter combustible al mar como única alternativa de emergencia.
El Novorossiysk es un submarino de ataque diésel-eléctrico con capacidades para lanzar misiles Kalibr y potencial carga nuclear. Diseñado para una dotación de 52 personas, cuenta con autonomía para permanecer sumergido aproximadamente 45 días. Pese a toda esta tripulación, según se ha comentado en el canal, en el submarino no hay ni repuestos para reparaciones ni especialistas cualificados y por lo que no pueden solucionar los fallos.
Según ha informado The Sun, resulta llamativo que la embarcación, pese a formar parte de la flota rusa del Mar Negro, no se encuentra directamente involucrada en operaciones bélicas contra Ucrania. De todas formas, existe el antecedente de que su buque hermano, el Rostov-on-Don, presuntamente fue hundido por la armada ucraniana en agosto de 2024. El caso también ha generado comparaciones con la tragedia del submarino Kursk, donde una explosión en el año 2000 causó la muerte de 118 tripulantes.
La Marina británica mantiene antecedentes de monitoreo del Novorossiysk, incluyendo un incidente en el Canal de la Mancha, donde un submarino nuclear debió aproximarse para disuadir su movimiento. Hasta el momento, no existen comunicados oficiales que confirmen la gravedad del supuesto accidente. Las autoridades deberán evaluar y verificar los detalles para determinar el alcance real de la situación y sus posibles implicaciones medioambientales y de seguridad.