Recuperar los vínculos conciliadores
Necesitamos nuevos aires apaciguadores, sustentados en el respeto y en la alegría mutua, que es lo que realmente nos vivifica como genealogía. Hay que poner más corazón, pues, en todas las hazañas por aquí abajo. Destronada la justicia que es sujeción de las sociedades humanas, fenece también la libertad del reencuentro y aparta el vínculo de correspondencia, que es lo que nos acrecienta la relación de pulsos.