Día del Pescador: proteger la pesca artesanal es asegurar el futuro de la Amazonía
La pesca artesanal en la Amazonía peruana no solo es una fuente de alimento, sino también de identidad, cultura y sustento económico para miles de familias ribereñas. En regiones como Loreto y Ucayali, pescar es una tradición ancestral que permite alimentar a las comunidades locales y sostener mercados regionales. Sin embargo, esta actividad clave enfrenta crecientes amenazas que ponen en riesgo su sostenibilidad y la seguridad alimentaria de la Amazonía.
Según el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), más de 2 200 familias dependen directamente de la pesca artesanal en Loreto y Ucayali. Se estima que la cuenca amazónica produce cerca de 80 000 toneladas de pescado al año, abasteciendo mercados urbanos y rurales, y ofreciendo una de las fuentes de proteína más accesibles y nutritivas para la población local.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la pesca artesanal representa aproximadamente el 70% de la producción pesquera total en la Amazonía peruana, consolidándose como un motor crucial para la economía local y regional.
En Loreto, el consumo anual per cápita de pescado es de 43.6 kilos, mientras que en Ucayali alcanza los 34.0 kilos (MIDAGRI, 2022). Esta cifra refleja no solo una alta dependencia alimentaria y la necesidad de conservar los recursos hidrobiológicos, sino también un profundo vínculo cultural con los ríos.
“Pescamos lo justo para alimentar a nuestras familias y vender en los mercados. Pero si no cuidamos los ríos, no habrá peces mañana”, afirma Israel Chuquizuta, pescador artesanal de Ucayali desde hace más de 50 años.
Entre las principales amenazas se encuentran la sobrepesca, la captura indiscriminada de peces juveniles, el uso de artes destructivos (como mallas finas, barbasco y explosivos), así como la contaminación por actividades extractivas y el impacto del cambio climático.
Además, estudios recientes publicados por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) indican que la contaminación por mercurio, proveniente de la minería ilegal, ha incrementado la toxicidad en varias especies de peces, afectando la salud de las comunidades ribereñas y comprometiendo la seguridad alimentaria de la región.
“La pesca artesanal en la Amazonía enfrenta un punto de inflexión. Si no invertimos en fortalecer a las organizaciones pesqueras, mejorar el control de prácticas ilegales y reconocer los conocimientos tradicionales de los pescadores, estamos comprometiendo no solo la biodiversidad acuática, sino también la soberanía alimentaria de toda la región”, afirma Daniel Chamochumbi, oficial de pesquerías amazónicas y biodiversidad de WWF Perú.
En el marco del Día del Pescador Peruano (29 de junio), organizaciones locales e internacionales hacen un llamado a proteger esta actividad fundamental para la Amazonía. La pesca sostenible es clave no solo para la economía regional, sino también para la conservación de la biodiversidad y el bienestar de generaciones futuras.