Elita Espino, la joven que mató a su madre por dinero y exigió su herencia desde prisión
Existen casos de asesinatos de hijas a madres en el Perú que han conmocionado a la opinión pública por la crueldad y el impacto emocional que generan. Estos hechos no solo estremecen por el acto violento en sí, sino también por el vínculo familiar roto y las motivaciones detrás de los crímenes. En algunos casos, los homicidios han estado relacionados con conflictos económicos o problemas familiares.
Tal es el caso de Elita Espino Vásquez, quien asesinó a su madre, la abogada Elizabeth Vásquez Marín, el 26 de enero de 2010, junto a su pareja, Fernando González Asenjo, y su amigo Eduardo Cornejo.
Las sospechas iniciales fueron vinculadas a amenazas que recibió su exesposo
En un principio, se relacionó el homicidio con las amenazas que había recibido el exesposo de la abogada, Alejandro Espino. Él también fue un reconocido abogado que ejercía como fiscal anticorrupción y tuvo un papel clave al enfrentarse tanto a la mafia fujimontesinista como al narcotraficante Fernando Zevallos, alias ‘Lunarejo’. El fiscal acumuló numerosos enemigos, algunos de gran influencia y poder. No obstante, las investigaciones policiales no lograron avanzar ni obtener resultados concretos.
Al descartarse esa posibilidad, todas las miradas se centraron en la hija, Elizabeth Espino, conocida como Elita. Durante el funeral y el entierro de su madre, la joven se mostró completamente afectada y apenada. Sin embargo, su versión de los hechos no convenció a la PNP.
Una semana después del asesinato, los peritos decidieron interrogar a la hija tras el sepelio de su madre, ya que varios elementos no cuadraban. Por esta razón, el 9 de febrero, la Dirincri solicitó la detención preventiva de la joven estudiante al hallar indicios razonables de su participación como autora intelectual del homicidio.
Esta medida se ejecutó el 14 de febrero. Ante las constantes preguntas y las contradicciones en las que caía repetidamente, Elita finalmente confesó su responsabilidad en el crimen. Junto a ella también fueron arrestados su enamorado, Fernando Gonzales, y su amigo Jorge Cornejo.
¿Qué ocurrió previamente al crimen, según la confesión de Elita?
De acuerdo con el testimonio de Elita Espino, cansada de que su madre se opusiera a su relación con su enamorado, Fernando González Asenjo, decidió acabar con su vida. Así, planeó el asesinato junto a su pareja de ese entonces y su amigo Eduardo Cornejo.
Elita relató lo ocurrido el 26 de enero de 2010, fecha en que se cometió el crimen. Explicó que permitió el ingreso de Cornejo y Gonzales mientras su madre, Elizabeth Vásquez, se encontraba en el baño. Al salir de la ducha, la mujer se dio cuenta de las intenciones de su hija e intentó pedir ayuda.
En ese momento, Gonzales y Cornejo la golpearon en el cuerpo y la cabeza para evitar que llegara a la puerta y pidiera auxilio. Según el testimonio de la trabajadora del hogar en la casa de Elita Espino, fue encerrada en la cocina, lo que le impidió asistir a la abogada pese a sus gritos desesperados. Además, aseguró que la joven asfixió a su madre con una almohada.
"Sí, nosotros la matamos. Estaba harta de sus reglas, de que me diga ‘haz esto, haz lo otro’, o que no me juntara con ese chico. A nadie aceptaba, nadie era lo suficientemente bueno, mientras ella hacía lo que quería desde que se separó de papá", confesó Elita Espino a la policía de la División de Homicidios.
María Liliana Huamán Chuquilín, exempleada de la abogada y testigo clave del caso
María Liliana Huamán Chuquilín, exempleada del hogar de la víctima, recordó lo sucedido el 26 de enero de 2010, día en que se cometió el crimen. Según su testimonio, esa noche Elita Espino le ordenó que se retirara temprano a descansar. Al llegar a su habitación, comenzó a escuchar los gritos de auxilio de la abogada, lo que la llenó de temor. “Ese día me sentí un poco inquieta. Tenía mucho miedo. La voz de la abogada nunca se me va a olvidar”, mencionó en el juicio.
La joven contó que no pudo acudir en su ayuda porque la puerta de la cocina estaba cerrada con llave, el único acceso al resto de la casa. Además, mencionó que escuchó a Elita decirle a su madre: "Eso te pasa por hacer más por tus papitos que por mí", hasta que una voz masculina la hizo callar.
Al día siguiente, Liliana notó el comportamiento extraño de Elita, quien le aseguró que su madre había salido de madrugada. "Esa noche no pude dormir. A las 5 de la mañana del día siguiente, me levanté y preparé jugo de naranja. Entonces apareció la joven y me dijo que lo tomara, porque su madre había salido de madrugada", indicó.
Posteriormente, la joven la envió a comprar licor y cigarrillos. Luego de consumir mucho alcohol, y visiblemente afectada, Elita le confesó el crimen y mencionó que estaba cansada de que su madre interfiriera en su relación. "Me contó que tenía un enamorado llamado Fernando. Empezó a beber cuando me dijo: ‘Te quiero comentar algo, pero prométeme que no le dirás a nadie. Yo fui quien le hizo eso a mi mamá. Me tenía harta. No me dejaba estar con mi novio. Yo la aplasté con la almohada’". Tras hacer esa declaración, rompió en llanto, lo que dejó a Liliana asustada y confundida.
La exempleada aseguró que recibió amenazas de Alejandro Espino
María Liliana Huamán declaró que fue amenazada por Alejandro Espino para que no revelara detalles a la Policía. Según su testimonio, el abogado le advirtió: "No digas nada porque te puede pasar algo", lo que la hizo sentirse intimidada.
Por su parte, Liliana Vásquez Marín, hermana de la víctima, expresó su indignación ante la actitud del padre de su sobrina. Señaló que ocultar la verdad lo convierte en cómplice y cuestionó el rol de quienes administran justicia en el país, al criticar que uno de sus integrantes no colaborara con el esclarecimiento de los hechos.
¿A cuántos años fue condenada Elita y sus cómplices?
Finalmente, Elita Espino fue sentenciada a 30 años de prisión por el delito de parricidio. No obstante, esta condena no ha logrado traer paz ni consuelo a la familia de Elizabeth Vásquez, ya que la joven continuó exigiendo la millonaria herencia de su madre, que ascendía a 15 millones de soles, e incluso la de su abuelo, quien fue uno de los principales impulsores de su encarcelamiento.
Sin embargo, el fallecido Ernesto Vásquez, padre de Elizabeth, presentó una demanda para que la joven fuera declarada indigna de recibir la sucesión, lo cual finalmente se logró.
Asimismo, en esta última instancia se confirmó la sentencia contra Fernando Gonzáles y Jorge Cornejo, quienes recibieron 28 años de prisión como coautores del delito de homicidio.