Birmania, la joya escondida del sudeste asiático que debes visitar una vez en la vida
Aunque escuchar el nombre Myanmar puede no sonarte mucho, hablar de la antigua colonia británica, Birmania, por supuesto que sí. Un país que está abierto al turismo desde hace menos de veinte años se ha convertido cada vez más en un imprescindible para muchos viajeros con destino al sudeste asiático. Con más de 100 grupos étnicos y 4.000 pagodas, el país cuenta con auténticas maravillas donde la religión sigue imperando.
Unos paisajes exóticos que han sido afectados en las últimas horas por un devastador terremoto. Un sismo de magnitud 7,7 que afectó la mañana del 28 de marzo al centro de Birmania, registrado a las 12:50 hora local (cerca de las 7:20 del horario central de Europa), según información ofrecida por el Servicio Geológico de Estados Unidos. La institución también informó que tras registrar una réplica de 6,4, se ha convertido en el mayor terremoto que ha presenciado el mundo desde 2023.
Un paisaje dominado por pagodas doradas
Entre majestuosas pagodas doradas e impresionantes paisajes montañosos, Myanmar te ofrece una experiencia única que te llevará a un viaje a través del tiempo, la cultura y, sobre todo, la fe. En la región asiática el budismo sigue siendo la religión imperante por encima del cristianismo, hinduismo e islam.
Una de las pagodas más impresionantes se encuentra en el centro de Yangón, la ciudad con mayor extensión territorial de Myanmar. Una obra maestra de 100 metros de altura y 2.600 años de historia, completamente cubierta de láminas de oro, conocida como Pagoda de Shwedagon. Es considera el monumento religioso más sagrado del sudeste astático, ya que alberga ocho reliquias sagradas de Buda, convirtiéndose en un lugar de peregrinación para budistas en todo el mundo.
Una vez cae la tarde, el dorado monumental de la pagoda se ilumina intensamente bajo el sol, creando un bellísimo espectáculo visual. A su alrededor, los devotos de la pagoda realizan rituales diarios, mientras que los turistas quedan impresionados por la majestuosidad de su arquitectura y la atmósfera de paz que se respira en este santuario de misticismo.
Los imprescindibles para visitar en Birmania
Un país fascinante donde la espiritualidad y la naturaleza se entrelazan en cada rincón. Aquí te mostramos algunos de los paisajes de ensueño que no puedes dejar de visitar si viajas a Birmania.
El Lago Inle
Situado en las montañas de Shan, es uno de los paisajes más deslumbrantes y fotogénicos de Myanmar. Famoso por su ecosistema único, donde la vida transcurre en torno a sus aguas serenas. Es el hogar de los pescadores Inthak, conocidos por su habilidad para remar con una pierna mientras sostienen la caña con la otra. Otro de sus atractivos son los mercados flotantes, donde puedes encontrar una amplia variedad de productos, que van desde frutas y verduras hasta artesanías locales.
El Monte Popa
Bagán es uno de los lugares mágicos de Myanmar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, conocido por su llanura salpicada por más de 2.000 templos que datan del siglo IX al XIII. Un lugar que te transporta a una era en la que la devoción religiosa dominaba el paisaje. A pocos kilómetros de allí, se alza el Monte Popa, un antiguo volcán extinto considerado el hogar de los nats, espíritus protectores venerados en la religión animista de Myanmar.
Por otro lado, encontraremos un templo al que tienes que subir 777 peldaños para poder llegar. El Monasterio Toungkalat que se encuentra en la cima, te ofrece vistas panorámicas y una atmósfera de profunda espiritualidad que son la recompensa al desafío de subida. Es un lugar ideal para quienes buscan una conexión con la naturaleza con un momento de reflexión.
La Pagoda Inacabada
Con una altura de 150 metros, la Pagoda Inacabada de Migun es un monumento que impresiona por su magnitud y ambición. Fue construida por el rey Bodawpaya con el objetivo de ser la pagoda más grande del mundo, pero su construcción no se terminó debido a la muerte del rey y a un terremoto que afectó la región. En la actualidad, la estructura permanece incompleta.
A poca distancia de allí, también se encuentra la Campana de Migun, considerada una de las más grandes del mundo, con un peso mayor a las 90 toneladas. Fue construida para adornar la pagoda, pero se ha convertido en una atracción de la región por sí misma. Cuando los visitantes se acercan, el sonido profundo resonante que produce al ser golpeada ofrece una experiencia auditiva inolvidable.
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