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Una joya escondida en Málaga: así es la piscina natural que puedes visitar en Semana Santa

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Abc.es 
La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y, aunque serán muchos quienes decidan disfrutar en las ciudades y pueblos del olor a incienso , los hermandades y las procesiones, la provincia de Málaga ofrece muchas alternativas de ocio para disfrutar de estos días libres solo o en familia. Aquellos que busquen un rincón apartado del bullicio encontrarán en Nerja una opción perfecta: la Poza de los Patos. Y es que esta piscina natural es un refugio para quienes desean pasar un día de desconexión y disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza. Para llegar a este precioso lugar hay que seguir la ruta del río Chillar , uno de los destinos de naturaleza más concurridos de la geografía malagueña. La espectacularidad del entorno y la proximidad a un destino muy turístico como Nerja se alían para que durante los meses de verano la afluencia sea incesante y haya incluso aglomeraciones. De hecho, los fines de semana de julio y agosto la cifra llega a alcanzar las 3.000 personas , según los cálculos del Ayuntamiento de Nerja. Por eso, visitarlo en Semana Santa -si el tiempo acompaña- es sin duda una gran opción.   La Poza de los Patos se encuentra en el corazón de l Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, escondido entre los términos municipales de Frigiliana y Nerja. Desde la travesía de Nerja (N-340), avenida de Pescia, hay que girar en la rotonda de Burriana y seguir las indicaciones a los cahorros del río Chillar. El coche se puede dejar el aparcamiento gratuito habilitado junto a la calle Mirto. En ese punto hay que comenzar a caminar en dirección al río por el camino de los Almanchares, el cual pasa por la antigua cantera situada junto al amplio cauce. En ese momento se inicia la subida, aunque lo realmente bonito viene tras alcanzar la fábrica de luz del Salto Grande . En adelante el río se angosta, lleva corriente y atraviesa un par de cahorros espectaculares. La caminata por el sendero ofrece, además, vistas panorámicas de la costa. La distancia desde el inicio hasta la poza de los Patos es de unos ocho kilómetros , por lo que es recomendable llevar calzado deportivo. El río que se recorre es poco profundo y fluye lecho de pequeños guijarros pulidos. Sin embargo, a medida que avanza la excursión, el río se vuelve algo más difícil de vadear. Hay algunos obstáculos, aunque son fáciles de superar. Una vez en la Poza de los Patos, el visitante lo recibe una gran cascada que añade, sin duda, un extra de belleza al paraje. A diferencia de otros ríos, las dolomías no resbalan mucho y el agua cubre hasta las rodillas. La poza es pequeña y no más profundo que un adulto, por lo que no hay peligro de ahogarse. Aunque si van niños, hay que tener, como siempre, mucho cuidado. La superficie del agua está agitada por una pequeña pero permanente cascada que hace que el lugar sea aún más hermoso. A diferencia de otros ríos, las rocas de dolomita no son muy resbaladizas, lo que se agradece mucho recorrer este sendero acuático. La vegetación de estos valles cerrados de la Almijara ha sido sistemáticamente castigada por los incendios forestales . A pesar de ello, la presencia del pinar marítimo (Pinus pinaster) nos recuerda la utilización de este árbol durante el siglo XX para obtener resina que era transportada por los arrieros a la f ábrica Unión Resinera de Fornes , donde se obtenía trementina y colofonia. obtenían trementina y colofonia. Los cerros que contornean la cuenca del río Chíllar son de origen sedimentario y están formadas básicamente por dolomías: rocas ricas en magnesio que se rompen y desmoronan con mucha facilidad y además retienen poca agua. La ribera está plenamente cubierta de vegetación . Hay mayoría de pinos -con ardillas correteando por sus ramas- pero es fácil encontrar sauces, fresnos, algarrobos y ejemplares mediterráneos como el boj balear. Sorprende el aroma de las higueras y el que dejan en el aire plantas como romero y tomillo, que se esconden entre lentiscos, palmitos, brezos, juncos, zarzaparrillas o las coloridas adelfas. Más allá, en la parte alta de los desfiladeros, el perfil montañoso dibuja a lo lejos la cima de algunas de las cumbres de la comarca de la Axarquía como El Cielo, El Cisne, El Almendrón o El Lucero, a los que se puede ascender por exquisitos senderos. Siempre, eso sí, fuera del verano, para evitar las altas temperaturas. El rey de estos montes salvajes es la cabra montés (Capra pyrenaica hispanica), muy abundante en todas las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Con el fin de cazar en estas zonas, en 1973 se creó la actual Reserva Andaluza de Caza se creó en 1973, que se circunscribe a la zona del Parque Natural perteneciente a la provincia de Málaga.