“El arte siempre ha sabido cuál es su poder”: Melisa Arzate Amaro
“Mi intención como escritora es reunirme con el otro, con el salvoconducto de las palabras, con todas las posibilidades queda el misterio del lenguaje poético que se vale de tantas y tantas figuras retóricas para salvaguardar ese misterio, y que sea en ese misterio donde dos individuos se encuentren sin importar la geografía o el tiempo y ni mucho menos las condiciones de vida”, dice Melisa Arzate Amaro (Ciudad de México, 1985).Desde el 4 de marzo, ella ingresó en el Fondo de Poetas Mexicanas de la Universidad del Claustro de Sor Juana, que lo creó en 2023 para difundir el trabajo de escritoras vivas nacidas en los siglos XX y XXI.“Creo que la tirada de cualquier creador, ya sea en la plástica, literatura, música, teatro, danza es la conmoción del otro. Es de alguna manera lograr tocar al otro, en mi caso con las palabras, con las imágenes que quiero pintar, esculpir o modelar y acercarme a un otro que puede ser tan lejano como tú, o como una chava que me encontré en Turquía. Le leí uno de los poemas y se le salieron las lágrimas sin tener una comprensión absoluta del idioma ni de los recursos literarios, pero logré sacudirla y hacerle sentir algo, herirla”.La poeta dice que es posible pensar en las artes, como armas para combatir a la mentira, la falsedad e incluso la injusticia y abonar a una realidad distinta: “Estamos frente a uno de los momentos más oscuros de la humanidad contemporánea, donde uno de los poderes más grandes ha registrado amenaza de todo el sistema global y a los ciudadanos e individuos que formamos parte de él”.Ella considera que la poesía y las artes tienen un papel: “Yo no quiero ni puedo pensar que el creador, llámese escritor, pintor, músico, escultor, poeta, está inmune y puede lavarse las manos y solamente ver pasar su momento histórico o simplemente registrarlo en un acto ocioso de retratismo decimonónico”.Para la entrevistada “el arte siempre ha sabido cuál es su poder. La poesía beat era una respuesta política, estaban reaccionando contra Vietnam, por ejemplo. Entonces, el arte nunca ha perdido esa posibilidad de reacción social, de movimiento y de despertar, y estoy convencida de que la poesía puede lograrlo. “Pienso que quienes tenemos la posibilidad de manifestarnos desde las artes, pensamos en nuestra realidad y la dislocamos para ponerla en la mirada del otro y que ese otro también la desmembre y pueda tener una posición ante ella, entonces sí que estaremos fomentando el pensamiento crítico desde las artes”.“Un libro absolutamente visceral”Entera nueva, su más reciente obra, fue publicada en septiembre de 2024 por Elefanta Editorial y tiene prólogo del poeta Eduardo Milán y epílogo del escritor Guillermo Fadanelli.“Es un libro que yo amo profundamente porque, para empezar, es total y absolutamente visceral; es una parte que yo decidí extirpar de mí misma, es un órgano vital y entonces está impregnado de todo lo más absolutamente recóndito y subrepticio de mi pensamiento y de mi ser”.La poeta dice que es un libro que se fue escribiendo al paso de un par de años y que es un ejercicio intromisorio, trepidatorio y parabólico, “donde digamos que voy de una adentro y hacia una afuera y pienso en esa serie de poemas, en esos tres momentos, de musicalidad y de silencios. Pienso en el lenguaje como una gema de nuestra cultura y, por lo tanto, también una muestra representativa de nuestro pensamiento”.Arzate Amaro cita a Octavio Paz, quien decía que la cultura es esa parte tremendamente oscura y oculta que tenemos adentro, y la poesía revela que es el microscopio y el telescopio del pensamiento.“También es un libro que habla profundamente de cuestiones sociales actuales como guerras, y hace una profunda meditación sobre lo femenino, pero no quiero decir que por eso sea un libro necesariamente feminista porque en muchos momentos, yo me manifiesto con amor hacia lo masculino, empezando por la figura de mi propio hijo. Creo que es un libro que piensa la existencia en femenino, desde y hacia lo femenino. “Es un libro que se duele profundamente de la actualidad que le aqueja y que lo acoge; en el que yo me manifiesto absolutamente imposibilitada de comprender la realidad que me tocó vivir, pero creo que tampoco la comprendió Silvia Plath o Virginia Woolf. A lo mejor es un signo del poeta que, como el filósofo, se pregunta. El filósofo se pregunta, intentando ampliar toda la posibilidad de respuestas hacia cualquier posible espectro, y quizá el poeta más viviente se pregunte y se duele de lo que ocurre”.Promotora de la culturaMelisa Arzate Amaro también es directora de proyectos culturales de la Hostería La Bota, La Chula Foro Móvil y Mantarraya Ediciones.“Hacer cultura en este país es muy complicado, hacerla de manera independiente y además poesía, aún más. No estoy diciendo que la poesía sea el género literario, digamos, apestado o denigrado pero sí creo que es más difícil porque no es lo mismo que tú escribas un relato, con todo el respeto que me merecen Javier Marías o Rosa Beltrán, y seas comprensible, algo que te va a llevar de la mano de un principio a un fin, a que tú escribas algo donde das vueltas, haces piruetas, vas y vienes, le muestras cosas al espectador pero le ocultas otras y lo obligas a ser parte a ser un cocreador de esa manifestación artística”.Opina que la cuestión presupuestal y de espacios cada vez es más complicada.“Tengo la fortuna de venir de la promoción y gestión cultural independiente y de contar con editoriales como Ediciones Periféricas que me publicó mi libro anterior, Titila Sangre, o Elefanta. Entre todos nos hermanamos, nos damos la mano. ¿Qué nos queda a nosotros como escritores? Pues seguir escribiendo y siempre estar buscando espacios independientes porque es cierto que aunque yo tenga una editorial, gran parte de la labor es autogestiva también, de búsqueda de espacios, de presentaciones, de lecturas. En nuestro caso, tuvimos que cerrar Mantarraya Ediciones. Vamos a seguir haciendo cultura, pero claro que es muy difícil y la cultura siempre va a contrapelo”.hc