Maradona "fue asesinado" con "un plan inhumano"
El juicio por la muerte de Maradona comenzó en los tribunales de San Isidro, en la provincia de Buenos Aires. Seguidores del "10" se apostaron desde primera hora de la mañana ante el tribunal para pedir justicia y acompañar a la familia Maradona. Portaban una bandera con el lema "Justicia por el D10S" y entonaron cánticos contra el neurocirujano Leopoldo Luque y Matías Morla, exabogado y representante de Maradona, quien no es juzgado en la causa.
"Diego no se murió" y "Justicia por Diego" fueron algunos de los cantos que los fanáticos coreaban mientras las partes iban llegando al tribunal. El momento de mayor tensión se vivió cuando llegó la psiquiatra Agustina Cosachov, junto a su abogado, Vadim Mischanchuk, a quien gritaron "asesina" y "no nos olvidamos de lo que hicieron". Minutos más tarde llegó Luque, quien entró rápidamente y no fue reconocido por la mayoría de los presentes por su evidente cambio físico, que -según aseguró su abogado Julio Rivas- se debe a que ahora practica el culturismo. También se calentó el ambiente con la llegada de la expareja del astro Verónica Ojeda (quien representa en la querella a su hijo menor de edad, Diego Fernando Maradona), acompañada por su abogado y actual pareja Mario Baudry y quien también increpó a la siquiatra Agustina Cosachov.
El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, ocurrida el 25 de noviembre de 2020, comenzó con la presencia de siete imputados, todos profesionales de la salud, y las hijas del astro argentino, Dalma, Giannina y Jana. Los acusados por homicidio simple con dolo eventual son el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicoanalista Carlos Díaz, la doctora y coordinadora de la empresa Swiss Medical, Nancy Forlini, el médico Pedro Di Spagna, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni y el enfermero Ricardo Almirón. También está acusada la enfermera Dahiana Madrid, quien solicitó un juicio por jurado y será juzgada en un proceso aparte, por lo que no esta presente en esta audiencia.
En la primera sesión uno de los fiscales mostró una impactante fotografía inédita de Maradona, postrado en una cama y tomada en el contexto de su muerte. En la imagen se ve a Maradona antes de morir o recién fallecido, pues el fiscal no lo aclaró, donde aparece muy hinchado y entubado. Al parecer, la fotografía se habría tomado el 25 de noviembre de 2020, el día que murió.
"Así murió Maradona", dijo Patricio Ferrari, fiscal general adjunto del tribunal de San Isidro. Lo hizo al final de su alegato, cuando se acercó a los jueces Verónica Di Tommaso, Maximiliano Savarino y Julieta Makintach, del Tribunal Oral en lo Criminal Número 3 de San Isidro, con la foto en la mano.
El momento generó impacto en el público que se encontraba en la sala, principalmente en sus tres hijas. Una de ella, Giannina, se tapó el rostro para evitar ver a su padre en ese estado.
"La verdad es un derecho. Hoy Diego Armando Maradona, sus hijos, sus deudos y el pueblo argentino merecen justicia", aseguró Ferrari sobre la situación en la que falleció el famoso jugador de fútbol, es decir, en una vivienda bajo ciudadanos médicos privados y no en una clínica u hospital. "Asumieron voluntariamente ese rol en la internación domiciliaria incumpliendo todos los deberes a su cargo", dijo sobre las personas que le atendieron.
Ferrari acusó, así, a los médicos y otros profesionales de haber abandonado al ídolo en sus últimos días por no tomar medidas adecuadas para asistirlo.
El mediático abogado Fernando Burlando, representante de Dalma y Giannina -hijas Maradona- en el juicio por la muerte del astro argentino, aseguró que fue víctima de "un plan inhumano de resultado eficaz" y que "en cualquier hospital precario le hubieran salvado la vida". "Fue asesinado", determinó el abogado, al detallar cómo fueron los últimos días de Maradons
"La internación domiciliaria fue una manera de condenarlo a muerte", insistió Burlando durante su alegato en el juicio que durará al menos cinco meses y contará con 92 testigos.
Los otros dos ejes probatorios serán la evidencia médica y los mensajes intercambiados por los siete imputados que trataron al futbolista durante sus últimos días de vida, entre el 12 de noviembre de 2020 y el día de su fallecimiento.
Burlando afirmó que la decisión de mantenerlo en un domicilio particular "fue llevada a cabo contra todo sentido común, bajo engaño de la familia, sin el consentimiento expreso del paciente que en ningún momento expresó su voluntad de no ser atendido en un centro médico". "Desafiaron todos los códigos éticos y desafiaron la ley", argumentó el abogado. También expresó que fue "una conjunción diabólica" y que "tanta gente no se puede equivocar y empujar a la muerte a una persona de esta manera". Según el abogado, si hubieran llevado a Maradona a una clínica, "le salvaban la vida", pero "no querían hacerlo" porque "ese era su deseo, quitarle la vida". "Fueron inhumanos e indolentes", concluyó el abogado.