Interior recula y anula el polémico contrato de 626.247 euros para comprar gabardinas a los mandos de la Policía Nacional

El pasado 24 de febrero saltaba la liebre y salía a la luz que el Ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska, tenía previsto destinar 626.247 euros a la compra de 1.830 gabardinas para altos mandos de la Policía Nacional. Una prenda de vestir que no figura en la orden ministerial que regula la uniformidad de los agentes y cuya adjudicación sólo incluía a policías de la Escala Superior e inspectores jefe. En concreto, 1.200 para hombres (aunque hay 1.628 compañeros de ese sexo) y 630 para mujeres. Cuatro días después, la Dirección General de la Policía se veía obligada a "echar el freno de mano".

Desde la Confederación Española de la Policía (CEP) denunciaron esta licitación no sólo por diferenciar entre compañeros "de primera y de segunda", sino por la dudosa escala de prioridades de Interior. Porque, a su juicio, con sólo 1.600 táser, con 4.000 cámaras unipersonales de grabación en el Cuerpo y la "cifra histórica más elevada" de agresiones contra policías y guardias civiles, "esa compra era una provocación más". Por todo ello, reivindicaron que "lo urgente es lo que protege a quien se la juega en la calle. Lo imprescindible es lo que refuerza la seguridad de los compañeros y compañeras" y si hay presupuesto para eso, entonces, "adelante con todo lo demás".

Pues bien, tras la oleada de críticas y la polémica desatada por esa licitación, la Dirección General de la Policía (DGP) daba marcha atrás y anulaba "por razones de interés público" tanto la adjudicación como la celebración del contrato relativo a la compra de gabardinas para los años 2025, 2026 y 2027. Una decisión que se fundamenta en el artículo 152.3 de la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público y que establece lo siguiente: "Podrá adoptarse la decisión de no adjudicar o celebrar el contrato por razones de interés público debidamente justificadas en el expediente. En este caso, no podrá promoverse una nueva licitación de su objeto en tanto subsistan las razones alegadas para fundamentar la decisión".

¿Y la jubilación digna, la equiparación y la profesión de riesgo?

"Esta marcha atrás, después de mantener viva esa licitación durante mes y medio (el 15 de enero la DGP lanzó oficialmente la licitación), es la clara demostración de que estaban haciendo las cosas mal", señalan desde la CEP. Rectificación que llega, además, "acompañada de una excusa bastante lamentable", añade el sindicato, ya que sabían de antemano que las gabardinas no forman parte de la uniformidad de la Policía Nacional. "Si la DGP cree que vamos a dejar de exigir que todo el presupuestario de este Gobierno se dedique a la jubilación digna, a declararnos profesión de riesgo, a la equiparación salarial y a la mayor protección física y jurídica de los policías... lo tienen claro", concluyen desde la Confederación Española de la Policía.

Hay que recordar que en esa licitación también se incluían 1.611 pares de divisas para las gabardinas. De éstas, seis pares serán para el Director Adjunto Operativo; 15 para los tres subdirectores generales; 30 para los once jefes de División y comisarios generales y 60 para los veinte jefes superiores.

Pistolas táser, cámaras de grabación y chalecos antibalas

Ni chalecos antibalas para los agentes, ni guantes anticorte, ni pistolas táser... la prioridad para Grande-Marlaska está siempre vinculada a la aritmética política. Y mientras, en un intento por calmar los ánimos de los agentes, licita contratos a cuatro años vista que no tienen eficacia real en las plantillas. Así, licita 4.760 chalecos integrales de orden público, por un coste de 8,6 millones de euros, pero divide su adquisición entre 2025 y 2028. Es decir, sólo se distribuirían 1.190 unidades al año y los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR)"no tendrían su chaleco integral hasta dentro de dos años".

Situación que se repite con otras compras de material como táser y cámaras personales de grabación. Según explican desde la CEP, en la actualidad la Policía Nacional cuenta con 1.600 inmovilizadores eléctricos, una cifra irrisoria si tenemos en cuenta que hay 72.000 agentes en el Cuerpo. Pues bien, desde la DGP anunciaron la compra de otras 3.500 pistolas táser, cantidad que sigue siendo insuficiente y que además no será de entrega inmediata. La compra es en cuatro años, por lo que los agentes recibirán 700 cada año.

Y lo mismo ocurre con la falta de cámaras de grabación personal, 4.000 en la actualidad. La Dirección General de la Policía anunció la adquisición de 7.000 nuevos dispositivos, entre 2025 y 2028. Un gasto de 10,38 millones, que no cubrirá las necesidades de los agentes. "La cifra sigue siendo insuficiente para garantizar la seguridad jurídica de los policías en muchas intervenciones en las que sería vital poder registrar lo que ocurre", insisten desde este sindicato.