Módulo privado de EEUU aluniza pero su estado es incierto, según control de misión
Un módulo privado estadounidense logró alunizar este jueves, aunque los equipos de control trabajan para evaluar su estado, e incluso si se halla en posición vertical, informó un portavoz de la compañía.
"Athena está en la superficie de la Luna", afirmó Josh Marshall, de Intuitive Machines, con sede en Houston, durante una transmisión por Internet, unos 20 minutos después de que el robot se posara cerca del polo sur lunar.
"Estamos trabajando para determinar la orientación del vehículo", agregó.
El año pasado, Intuitive Machines hizo historia como la primera empresa privada en lograr un alunizaje suave, aunque el momento se vio empañado por un percance.
Al descender demasiado rápido, uno de los pies del módulo de aterrizaje se enganchó en la superficie lunar, volcándolo y haciendo que quedara de lado, lo que limitó su capacidad de generar energía solar y acortó la misión.
Pero esta vez, la empresa dice que ha realizado mejoras claves en el módulo de aterrizaje con forma hexagonal.
Athena partió el miércoles a bordo de un cohete de SpaceX.
Lleva un ambicioso conjunto de cargas útiles, incluido un dron único capaz de saltar y diseñado para explorar pasajes subterráneos de la Luna tallados por antiguos flujos de lava, un taladro que puede cavar casi un metro debajo de la superficie en busca de hielo y tres vehículos exploradores.
Grace, el dron saltarín bautizado así en honor a la pionera de la informática Grace Hopper, bien podría robarse el espectáculo si logra demostrar que puede navegar por el escarpado terreno lunar.
Posarse sobre la Luna presenta retos únicos debido a la ausencia de atmósfera, lo que hace que los paracaídas sean ineficaces.
En su lugar, las naves espaciales deben recurrir a propulsores controlados con precisión para ralentizar el descenso.
Estados Unidos está trabajando para que las misiones lunares privadas se conviertan en rutinarias a través del programa público-privado de Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS) de la NASA, dotado con 2.600 millones de dólares.
Estas misiones llegan en un momento crucial para la agencia espacial, en medio de especulaciones de que podría reducir o incluso cancelar su programa lunar Artemis en favor de priorizar la exploración de Marte, un objetivo clave tanto del presidente Donald Trump como de su asesor cercano, el fundador de SpaceX Elon Musk.
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