Por qué hay que poner tres cucharadas de sal gruesa en un vaso con agua y para qué sirve
La sal es un elemento esencial en la cocina, pero su poder va mucho más allá de lo gastronómico. Desde la antigüedad, se le ha atribuido un gran potencial energético y purificador, siendo utilizada en rituales y tradiciones para atraer la buena suerte y alejar las energías negativas. En este contexto, existe un sencillo truco con sal gruesa y agua que promete incrementar la prosperidad y la fortuna en la vida cotidiana.
Según diversas creencias y tradiciones espirituales, la sal no solo es un ingrediente culinario, sino que también actúa como un poderoso limpiador energético. Para quienes buscan mejorar su situación económica o desbloquear caminos en su vida, este ritual es una opción fácil y accesible.
Los pasos para realizarlo son los siguientes:
- Añadir tres cucharadas de sal gruesa en un vaso con agua.
- Dejar reposar la mezcla durante diez minutos.
- Pasado ese tiempo, utilizar la mezcla para lavarse las manos. Mientras se realiza este paso, repetir en voz alta la siguiente afirmación: "La sal es mi protectora y ella me ayudará a que mi dinero se multiplique y nunca falte en mi hogar ni en mi negocio. Hecho está. Gracias, gracias, gracias".
- Aplaudir tres veces y dejar que las manos se sequen al aire libre, sin usar toallas ni otros elementos.
Función de la sal en la limpieza energética
Desde la perspectiva del Feng Shui, la filosofía china que estudia la armonización de los espacios, la sal es un elemento clave para eliminar la negatividad y renovar la energía de un lugar. De esta manera, su uso en la limpieza personal, como el lavado de manos, ayuda a disipar bloqueos que pueden estar afectando a la economía o el desarrollo personal.
Las manos son una de las partes del cuerpo que más entran en contacto con otras personas y objetos, por lo que pueden acumular energía negativa. Al sumergirlas en agua con sal o frotarlas con esta mezcla, se consigue una purificación que libera tensiones y permite el flujo de vibraciones positivas.
Además de este ritual, se recomienda colocar pequeños recipientes con sal en diferentes puntos de la casa para absorber las energías negativas. También es útil esparcir un poco de sal en las esquinas y luego barrerla para eliminar cualquier rastro de malas vibraciones.
Aunque no hay evidencia científica que respalde estos efectos, muchas personas afirman haber notado cambios positivos en su bienestar tras aplicar estos métodos.