¿Prejuicio al deporte o censura en La Casa de la Literatura Peruana?
La historia es así. El periodista y catedrático Michel Dancourt se acercó a la Casa de la Literatura Peruana a pedir una fecha para la presentación de su libro Lo que le gusta a la gente, un ensayo y perfil del histórico periodista deportivo Pocho Rospigliosi.
A continuación, lo que le contestó la Caslit.
“En respuesta a su mensaje, comentar que la gestión para el uso de nuestro auditorio se realiza con una antelación promedio de dos meses; la accesibilidad para el uso de dicho espacio, en atención a nuestros objetivos institucionales, se enfoca principalmente en actividades relacionadas con la promoción de la lectura, la escritura, los textos de creación literaria, los estudios literarios y, de manera excepcional, en actividades o publicaciones que dialogan con lo literario. Por ello, lamentamos no poder acceder a su pedido. Esperamos colaborar con usted en una próxima oportunidad. Saludos cordiales”.
La respuesta, previo permiso, de Dancourt:
“Gusto saludarlo. Lamento su respuesta sesgada, seguramente infectada con el virus del prejuicio y del preconcepto. No tengo problema en esperar dos meses porque ya tengo otros espacios donde presentar el libro. Pero me hace ilusión compartir una investigación entrañable, en un lugar tan emblemático como la Casa de la Literatura Peruana.
Ud. señala que la accesibilidad para el uso del auditorio, “según objetivos institucionales”, se enfoca en actividades relacionadas con la promoción de la lectura, la escritura, los textos de creación literaria, los estudios literarios y, de manera excepcional, en actividades o publicaciones que dialogan con lo literario. “Por ello, lamentamos, no poder acceder a su pedido”, nos dice.
¿Ha leído el libro? ¿Cómo sabe, que Lo que le gusta a la gente, una investigación prolija, detallada, llena de buenas historias, no promueve la lectura o no “dialoga con lo literario”? ¿No será porque tiene que ver con un personaje vinculado al deporte?
¿Ud. sabe, que el gran periodista polaco Ryszard Kapuściński hizo uno de sus mejores esfuerzos narrativos En la guerra del fútbol, donde cuenta el conflicto armado entre Honduras y El Salvador ocurrido a partir de los partidos para clasificar al Mundial de México 70?
¿Sabe que Mario Vargas Llosa, que ha escrito mucho y bien, sobre deporte, se escapó en su luna de miel, dejó a su esposa Patricia sola en Río de Janeiro varias horas para ir a ver a un tal Pelé?
Precisamente, junto a Vargas Llosa, Bryce Echenique, Parra del Riego, Antonio Cisneros, Alonso Cueto, Renato Cisneros, Jaime Bayly, entre otros, y convocado gentilmente por Jorge Eslava, quien le escribe participa en un libro de crónicas deportivas, Bien jugado, donde queda en evidencia la importancia que tiene el deporte, y en este caso el fútbol, en la vida de las sociedades modernas.
La literatura, señor X, Ud. que “colabora” en su casa nacional lo sabe bien, es una forma de manifestación artística que emplea el lenguaje, sea este oral o escrito, para dejar fluir ideas, sentimientos, experiencias. Es básicamente, expresión. En el libro, como hacía el recordado Alfonso Rospigliosi tal vez sin saberlo porque no pisó una universidad, intentamos narrar a colores. Porque la vida los tiene: está llena de matices. En ese sentido, es claramente un error mirar todo desde lo alto de un balcón áulico para definir lo que aporta a la cultura y lo que no.
La cultura, amigo X, como Ud. sabe bien, es vinculante a modos de vida, costumbres, tradiciones, hábitos, valores, patrones de conducta. ¿Se le ocurre alguna dicotomía más fuerte en el Perú que la existente entre los hinchas de Universitario de Deportes y Alianza Lima?
Lamento su respuesta que me hace pensar, junto a otros muchos casos, que el manejo de lo cultural en el Perú, por estos años, ha caído en manos equivocadas. Copio este correo al director de la Casa de la Literatura Peruana, el Sr. Gary Marroquín Mendoza y, por supuesto, saludo tener las redes sociales a disposición, espacio sí democrático, además de los medios donde laboro, para poder contar tan ‘simpático’ episodio.
Termino con una frase de Albert Camus:
“Lo que finalmente sé con mayor certeza respecto a la moral y a las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol”.
Reciba un cordial saludo de parte de todas las personas que soñamos con un país distinto”.
Este intercambio de mails, se dio el pasado 14/02. En La República hemos expuesto todos los casos de censura contra la cultura en el presente gobierno y, en especial, se ha defendido la integridad de la Caslit. La negativa provino del personal antiguo de la Caslit, pero Marroquín no ha querido solucionarlo. La respuesta de X (así lo nombramos para no exponerlo) no se sostiene bajo ningún punto racional. Esta censura no es ideológica. Es una censura con espíritu argollero que pone en duda los criterios empleados en la Caslit a lo largo de los años y que maculan la buena impresión que se tiene de lo logrado. ¿A quién se le debe dar like? Resulta penoso que el espíritu censor del gobierno de Dina Boluarte se haya apoderado por completo de la Caslit. Censura por ideología o por chocherismo, no deja de ser censura, señores de la Caslit.