ru24.pro
World News in Spanish
Февраль
2025
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
23
24
25
26
27
28

El robo de la placa de la casa de Paul Gauguin en Lima: ¿hecho aislado o consecuencia del apuro en el Plan Maestro?

0

Lo que acaba de ocurrir con la placa de la casa en la que vivió el pintor francés Paul Gauguin (1848 – 1903), espacio ubicado en el centro de Lima, en el cruce de Camaná con Emancipación, a menos de 20 metros del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, dice mucho no solo del valor que en la práctica se le ha dado al tema cultural en la Municipalidad de Lima en varias gestiones, sino del mismo modo es culpa de los gobiernos de turno.

Verdad de Perogrullo: Paul Gauguin es un nombre importante en la historia del arte, pero su referencia no solo se queda en la contemplación y la admiración de su obra, pues la poética del pintor ha influido en músicos, artistas y escritores. En cuanto a los últimos, citemos dos ejemplos relativamente recientes: El paraíso en la otra esquina de Mario Vargas Llosa y Los mares del Sur de Manuel Vázquez Montalbán, ambas novelas tienen tramos importantes en los que aluden a Gauguin. Pensemos, a saber, en la leyenda que se ha forjado tras dejar una trayectoria como corredor de bolsa para irse a pintar a Tahití en 1891.

Paul Gauguin vivió de 1849 a 1854 en Lima, en la casa mencionada en el primer párrafo. Su hermana mayor Marie (1847 – 1918) y él eran huérfanos de padre y su madre Aline Chazal (1825 - 1867) era hija de Flora Tristan. Al igual que su madre, Aline, con 23 años, viajó a Lima a reclamar una herencia que le era esquiva. El viaje en barco fue traumático ya que, en el trayecto, a causa de un aneurisma, falleció su esposo y padre de sus hijos, el periodista Clovis Gauguin, quien pensaba fundar un diario en Lima. Sobre este episodio que debería conocerse más, sugiero la crónica “Gauguin en la avenida Emancipación” del periodista y poeta Helio Ramos Peltroche, que se puede hallar en la publicación homónima del 2021.

Este periodo de Gauguin en Lima terminó siendo determinante no solo para su vida, igualmente para el arte que desarrollaría décadas después. El robo de la placa es una consecuencia cantada, porque de esa casa, aparte de la fachada, lo único que sobrevivía eran dos placas ubicadas en la entrada. Una dedicada a Paul Gauguin y la otra a Flora Tristan. La placa de Gauguin fue robada en la madrugada del miércoles 19 y horas después Prolima retiró la de Flora para evitar que corra la misma suerte.

Culturalmente, este es un golpe que nos deja muy mal parados ante el mundo y sucede en un contexto que pasamos a detallar: el 22 de enero último, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, presentó un proyecto de ley para expropiar inmuebles del centro de Lima. En principio, la medida fue cuestionada, pero era lo mejor que le podía pasar a esas casas históricas que están a nada de caerse. Ese proyecto está en el marco del Plan Maestro a cargo de ProLima, entidad de la Municipalidad de Lima. El problema no es otro que la celeridad con la que ProLima, con Luis Martín Bogdanovich a la cabeza, viene ejecutando este plan que hará del centro de Lima un espacio de ensueño cultural y eclosión comercial. Se hizo el anuncio del proyecto de expropiación sin tener en cuenta que la visibilización del mismo exponía el valor de esas casas (el robo de la placa de Gauguin, es posible que provenga del pedido de un coleccionista inescrupuloso) y no se tomaron las medidas de seguridad respectivas.

Pero este no es el único caso.

En La República ya hemos consignados dos casos puntuales, en el marco del Plan Maestro, pautados también por el apuro: uno) el horrible cerco que miles de peruanos y extranjeros tienen que ver en la iglesia San Francisco desde el 2022 (hay un problema legal entre ProLima y los franciscanos, pero es ProLima la encargada de darle una solución política) y dos) el anuncio del tren Lima-Chosica que tendrá su estación principal en Desamparados, lo que terminaría por desaparecer a la Casa de la Literatura Peruana. No hay que olvidar que se trata de un tren necesario que va a beneficiar a miles de ciudadanos, pero tampoco hay que dejar de tener en cuenta de que hará imposible la dinámica de la Caslit, cuya edificación dialoga con el Plan Maestro por su valor histórico. Al respecto, La República, hace varias semanas, se contactó con la Municipalidad de Lima para saber qué pasaría con la Caslit. No hubo respuesta. No puede haber una respuesta lógica cuando se están haciendo las cosas de una manera extrañamente apurada.

Lo de la placa de la casa en la que Paul Gauguin vivió de niño, es un cachito, pero uno que duele mucho debido a la resonancia del personaje. En un país normal, ya habrían rodado cabezas por un indiscutible descuido como este.

En un post en la cuenta X de Diana Miloslavich, la escritora y feminista relata que llamó preocupada a Bogdanovich por lo que estaba pasando con las placas. Bogdanovich confirmó que la placa de Gauguin fue robada y que estaban retirando la de Flora Tristan. Diana Miloslavich finaliza su post, siempre en base a lo que Bogdanovich le dijo: “La recuperación de la casa continúa”.

A las 10 de la noche del jueves 20, La República pasó a ver la casa de Gauguin y no encontró, como se esperaba, algún tipo de seguridad, sino un camión, que no exhibía las señas de la Municipalidad de Lima, como sí las tienen las unidades oficiales en sus laterales. Dos personas, sin la indumentaria reglamentaria de la MML, sacaban del camión palos viejos y cajas livianas que introducían en la casa de Gauguin. Esta situación nos lleva a formularnos una pregunta válida: ¿a qué se refiere Bogdanovich con que la recuperación de la casa continúa? E incluso otra inquietud terrorífica: ¿es acaso la casa de Gauguin un depósito?

La casa donde vivió de niño Paul Gauguin.

Los hechos consignados no calzan con la narrativa cultural que la gestión de Rafael López Aliaga viene impulsando. Nadie está en contra de la recuperación del centro histórico, pero este descuido con la placa de Gauguin es grosero tratándose de un artista universal (uno de los más buscados en Google por las nuevas generaciones,ojo), mucho más importante en la formación personal que el youtuber y streamer Speed.  Subrayamos, este no es un evento aislado, pero sí el más visible a razón del apuro que ya parece ser el ADN del Plan Maestro y que lo desencamina de su verdadero propósito: cuidar el valor cultural del centro histórico y crecer con él.