Moncloa prevé que la OTAN imponga llegar al 3% del PIB en Defensa antes de fin de año
La cumbre de la OTAN de La Haya está condenada a marcar un punto de inflexión en el gasto de la Unión Europea en Defensa. En Moncloa están activadas ya las alertas porque asumen que el escenario más previsible apunta a que ese cónclave confirme la decisión de imponer un nuevo objetivo de inversión militar de los aliados que puede moverse entre el 2,5% y el 3% del PIB. Inicialmente se apuntó a la primera cifra, pero la revolución que está trayendo la llegada de Donald Trump a la Administración norteamericana lleva a que, en la actualidad, se apunte más hacia la segunda. A diferencia de lo que ha venido ocurriendo, este nuevo escenario acorta, más bien anula, la capacidad de los países miembros para renegociar las condiciones, como sí ha venido haciendo España hasta ahora. Véase cómo el objetivo del 2%, que estaba marcado para el pasado año, el Gobierno español decidió prorrogarlo hasta 2029, pero no es el único país que no lo ha ejecutado.
La próxima cumbre no dejará margen para saltarse los nuevos objetivos o el castigo vendrá de la mano de las sanciones y aranceles que lleguen de Estados Unidos. Y este nuevo marco coloca al presidente del Gobierno en una coyuntura endiablada porque en el ámbito nacional no tiene el apoyo de sus socios, pero tampoco puede permitirse la opción de salirse de los acuerdos que se adopten en la Alianza Atlántica. Según la OTAN, ahora invertimos en gasto en Defensa un total de 19.723 millones de euros. El 2 por ciento para este año supondría aumentarlo hasta cerca de 31.000 millones. Y un 3 por ciento, con respecto al PIB español, que es lo que amenaza con salir de la Cumbre de La Haya, implicaría llegar a unos 46.000 millones de euros –el 3% en 2029 supondría alcanzar los 51.000 millones.
Donald Trump ha irrumpido en el ámbito político español como un factor más de desestabilización de la legislatura, hasta el punto de que entre los partidos de izquierda se considera como una variable más a tener en cuenta a la hora de valorar en qué momento se puede activar el botón electoral.
Según los planificadores de la OTAN, los nuevos objetivos de defensa colectiva requieren la formación de entre 35 y 50 brigadas adicionales, más inversiones en defensa antiaérea y antimisiles, y mayores reservas de munición. Países como el Reino Unido ya se han comprometido con ese objetivo. Y Polonia y los Países Bálticos ya lo están cumpliendo.
La presión no ha afectado, de momento, a la relación de Moncloa con el PP. No ha habido ningún gesto de aproximación en ningún ámbito, ni doméstico ni tampoco en el Parlamento Europeo. Y desde el lado popular subrayan, precisamente, que nadie les ha dicho que se esté barajando un incremento del gasto en Defensa y que, en todo caso, aquí también sigue válida aquella frase de Feijóo del inicio de la legislatura: «Cuando le fallen sus socios, no me busquen».