Un emprendedor, tajante con qué es lo más importante en una empresa en España: «Han construido el valor»

El mundo empresarial está plagado de retos desde el minuto cero, cuando un emprendedor decide apostar por un servicio sin saber si podrá afianzar el proyecto hasta que va creciendo y tiene que asumir nuevas dimensiones y capacidades o incluso cuando el negocio está consolidado , incluso liderando el sector , y tiene que mantener el nivel alto o seguir mejorándolo. Por este motivo, cada vez es más frecuente contar con la voz de expertos que han triunfado en el sector, cuyos consejos pueden ser cruciales para evitar errores o alentadores para tirar adelante en momentos de incertidumbre. Así, emprendedores y grandes empresarios suelen protagonizar contenidos divulgativos en redes sociales. Precisamente hace poco Alex Fidalgo, el autor del podcast 'Lo que tú digas', quiso contar hace unas semanas con Jesús Alonso Gallo para hablar del mundo empresarial. Él fue uno de los fundadores del mítico videojuego PC Fútbol y también el líder de su brillante estrategia de marketing, que en su momento fue una revolución en el sector y que empezó como un atrevido proyecto de un pequeño grupo de emprendedores. Como recuerda en la charla, Alonso empezó trabajando como empleado normal y pasó por ocho empresas y más adelante llegó a crear hasta cuatro empresas junto a otros socios y pudo vender tres de ellas. Los médicos le aconsejaron bajar el ritmo porque llevaba mucho estrés y eso le llevó a seguir colaborando con la emprendeduría, en este caso ayudando a otras empresas: invertió en 78, según confiesa. Él, que ironiza que « emprender no es saludable » porque se tiene que poner demasiada energía y esfuerzo en ello, se adentró en PC Fútbol como director comercial con 20 años, ayudando a unos hermanos menores de edad que querían abrir un negocio de videojuegos a activar las vías de distribución del programa, del que, según recuerda, llegaron a vender un millón de unidades al año. De esa época, Alonso se acuerda de que la clave de su éxito fueron precisamente los fundadores y también recuerda la compra que sufrió la empresa tras la que le pusieron entre la espada y la pared porque le prometieron mucho a cambio de « traicionar a mis amigos ». Él lo tuvo claro y presentó su carta de dimisión y sacó una gran lección empresarial. Así, recuerda que los propietarios se creían que teniendo la empresa y los empleados podían triunfar. «El aprendizaje es que el alma de las empresas son las personas », asegura el emprendedor, que incide en que «si tú a una empresa que tiene cinco personas clave le quitas a las personas que han construido el valor de la empresa y tú solo tienes ahí empleados los que han hecho el valor no están». «Es una empresa con empleados pero no tiene alma. Te has comprado una caja de zapatos vacía», sentencia Alonso, que recuerda el triste final del empresario, que acabó suicidándose, e insiste en que «la empresa la hacen las personas» y que cuando hay una adquisición los protagonistas tienen que saber «si están comprando el conocimiento » de las personas que trabajan allí y que, al fin y al cabo, son los responsables de los resultados. El empresario acaba su vídeo asegurando que esto, por mucho que parezca obvio, «no es tan evidente».