McClung: un base blanco, "bajito" y un histórico triplete en el concurso de mates
La NBA salvó la noche del sábado del All-Star muy a su manera. Con un base blanco, "bajito" y que juega en la Liga de desarrollo G League, Mac McClung, firmando su tercer título consecutivo en el concurso de mates. Sin estrellas y en un concurso en decadencia, McClung, su imaginación y su 1,88 volvieron a ser lo mejor de la madrugada.
"Quizá esta sea mi última vez, pero ya veremos. Si me quieren de vuelta de verdad, me lo pensaré", afirmó tras proclamarse campeón en el Chase Center de San Francisco. Sus cuatro mates fueron calificados con la máxima puntuación. De entrada sacó un coche y lo colocó debajo de la canasta como Blake Griffin (Los Angeles Clippers) hace catorce años. Al ser descapotable, un compañero se situó con el balón emergiendo por el techo y ahí lo recogió McClung, saltando por encima del vehículo, para sellar un fantástico mate de espaldas. En el siguiente El problema para el de San Antonio saltó por encima de un compañero, dio la impresión de que iba a machacar de espaldas y giró a última hora para acabar de frente. El tercer mate de McClung, el primero de la final, fue el más complicado. Debajo del aro se situó un compañero con un balón y girando sobre sí mismo. Al lado de la canasta, otro compañero se subió a una escalera con otro balón. Todo tuvo sentido cuando McClung fue de cabeza a la canasta, agarró un balón con la derecha y el otro con la mano izquierda para clavar los dos a la vez. McClung certificó el título saltando por encima de Evan Mobley (Cleveland Cavaliers) y tocando el balón con el aro antes de sepultarlo en la red.
El que no firmó el triplete, como lograron Larry Bird y Craig Hodges, fue Damian Lillard (Milwaukee Bucks) en el concurso de triples. Tyler Herro (Miami Heat) con 24 puntos se proclamó campeón.
El ridículo en el concurso de habilidades
La polémica y la decadencia de los concursos quedó patente en el de habilidades. El francés Victor Wembanyama y Chris Paul (San Antonio Spurs) trataron de forzar las reglas y acabaron descalificados entre abucheos del público. El concurso de habilidades consiste en un circuito de pases y tiros con cuatro equipos de inicio y dos de ellos se clasifican para la final. Dado que el criterio para clasificarse es el tiempo, "Wemby" y Paul no hicieron ningún tipo de esfuerzo por anotar sus tiros y simplemente arrojaron el balón a cualquier lado, sin importar que cayera lejísimos de canasta, para poder avanzar lo más rápido posible al siguiente obstáculo del circuito. Cuando el público del Chase Center se dio cuenta de su controvertida estrategia abucheó a los dos Spurs y estos fueron descalificados por no hacer "intentos de tiros válidos". Un papelón..