Yolanda Díaz y sindicatos, tras firmar el nuevo salario mínimo, amenazan con subirlo 200 euros más
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha suscrito únicamente con los representantes de los sindicatos y sin los empresarios el acuerdo de subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 1.184 euros brutos al mes en 14 pagas. En el acto de firma del acuerdo con los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, la ministra ha defendido la subida del SMI como una "herramienta hiperpoderosa para reducir la desigualdad y la pobreza laboral" y para "elevar el conjunto de los salarios del país".
Este incremento será aprobado mañana martes en el Consejo de Ministros, sin el concurso de CEOE y Cepyme, que propusieron una subida del SMI del 3,4%, "insuficiente" tanto para Trabajo como para los sindicatos. Tras la firma del acuerdo, Díaz ha agradecido a los sindicatos "la altura de miras, la audacia y siempre estar en el lado correcto de la historia. Necesitamos más sindicalismo, más sindicato y todo ello para que tengamos más democracia. No es baladí que las extremas derechas en el mundo se pongan como objetivos combatir intelectual y políticamente a los sindicatos. Lo hacen en Estados Unidos, en Argentina, en Italia, en cualquier parte del mundo porque saben que son claves para la democracia en el mundo".
Tanto Díaz como Unai Sordo, secretario general de CC OO, y Pepe Álvarez, de UGT, han recordado que firmaron con las patronales un acuerdo que situaba el salario mínimo de convenio para el año 2020 al menos en 14.000 euros anuales, "y que no se ha cumplido en todos los convenios colectivos". Sordo ha criticado que CEOE y Cepyme hayan repetido en los últimos años los mismos argumentos para rechazar elevar esta renta mínima y que el SMI estaría ya en 16.716 euros, 200 euros más de la actualidad, por las revalorizaciones del IPC desde 2020, si la patronal hubiera cumplido. "Si no quieren que las subidas del SMI o las reducciones de jornada afecten a la vida de la negociación colectiva, pónganse las pilas en la negociación colectiva. Hagan su trabajo con responsabilidad", ha añadido.
"Lo que hay que pedirle a la CEOE es que si quieren negociar los convenios, que lo hagan, pero que se sienten a negociar. No que nos digan que esto hay que llevarlo a los convenios colectivos para luego no negociar en los convenios aumentos salariales que permitan superar esta situación que tenemos en nuestro país", ha subrayado Álvarez, que ha señalado que para que el SMI siga representando el 60% del salario medio habrá que seguir aplicando subidas "de cierta dimensión", hasta ese límite de 200 euros más.
La ministra ha lamentado que no haya sido posible un acuerdo tripartido, pero ha valorado la aportación de la patronal en esta mesa de diálogo social, tras "once meses valle sin hacer propuestas", en alusión a la actitud de los empresarios en la negociación de la jornada laboral. También ha rechazado las previsiones negativas del impacto sobre la economía de muchos organismos por las subidas del salario mínimo y ha subrayado que los datos de crecimiento económico y empleo demuestran los beneficios que ha tenido el alza del 60% que ha experimentado el SMI desde los 736 euros de 2018 hasta los 1.184 de este año, y ha dejado claro que "el dirigente que en España se atreva a cambiar las políticas públicas de la mano del SMI, estoy segura de que tendrá graves problemas".
La subida, que entrará en vigor con efectos retroactivos desde el 1 de enero, será aprobada el martes en el Consejo de Ministros sin que aún se sepa si el Gobierno elevará el mínimo exento para que los que cobren el salario mínimo no tengan que tributar por él. El aumento del SMI del 4,4% o 50 euros más al mes fue pactado hace dos semanas, tras varias semanas de negociaciones en la mesa del diálogo social sin que fuera posible acercar posturas con la patronal, que se ha quedado fuera del acuerdo. La ministra ha insistido en que 50 euros de SMI "es una cantidad que importa en las familias españolas", porque puede hacer algo más fácil la vida a muchas personas en España. "Creo que es la mejor inversión social que podemos hacer, subir el salario mínimo interprofesional", ha destacado.
Pese a que no se ha sumado al acuerdo, la ministra ha agradecido a la patronal que, en la negociación del SMI, volviera "al redil" e hiciera propuestas, aunque éstas no fueran suficientes para el acuerdo y ha negado que vaya a impactar de forma negativa en las empresas y el empleo. Frente a los "mantras" que señalan que subir el SMI destruye empleo, la ministra ha indicado que desde que el Gobierno empezó a subir el salario mínimo se han creado 2.293.000 empleos en España. "La subida del SMI no ha supuesto ninguna crisis existencial de las pequeñas y medianas empresas en España. Pero no desfallecen, da igual que estemos en los datos históricos de cotizantes a la Seguridad Social, da igual que los datos de empleo en España no se hayan visto lastrados por la subida de los salarios, da igual que llueva y esté nublado si lo que toca es decir que hace sol, da igual que el dogma neoliberal siga insistiendo en que la subida del SMI destruye empleo, se lleva por delante pequeñas empresas, es un desastre para los autónomos, da igual que ningún dato avale ese relato, seguimos con las mismas cosas".
En total, ha dicho, el SMI ha subido un 61% en los últimos años, mientras que la inflación ha subido un 23%. "Es decir, las personas afectadas por el salario mínimo han ganado un 38% de poder adquisitivo. Pero la pregunta es por la pasiva. ¿Qué hubiera pasado si no lo hubiéramos hecho? No da igual quién gobierna", ha defendido Díaz, que ha añadido que, en buena medida, el SMI "ha sacado de la pobreza" a 2,5 millones de personas. Además, ha recalcado que la subida del SMI desde 2018 ha permitido que en España haya "unas pocas más" pymes que desde entonces, pero que generan un 8% más de empleo y que emplean a 6,94 trabajadores frente a los 6,43 de 2018.
En relación de la exención de tributar esta nueva alza del SMI en el IRPF, una cuestión que depende de Hacienda y que está causando disputas entre el Ministerio encabezado por Yolanda Díaz y el de Maria Jesús Montero, fuentes del Gobierno han indicado que el impacto en las arcas de Hacienda al no exigir tributar estas rentas mínimas sería de 2.000 millones de euros.
Sobre la cuestión, el secretario general de UGT ha insistido en que desde el sindicato defienden que la situación se mantenga como en 2024, a pesar de recalcar que están en contra de bajar impuestos para no castigar "más a quienes menos tienen".