Mahomes quiere llegar donde no llegaron Montana y Brady
Cuando Joe Montana, que entonces era el mejor quarterback de la historia, firmó en 1993 con los Kansas City Chiefs, el equipo solo había ganado una Super Bowl más de 20 años atrás. Pero hace tiempo que los Chiefs dejaron de ser el equipo al que fue a retirarse Montana. En 2020, unos días antes de que el Covid pusiera el mundo patas arriba, los Chiefs ganaron su segundo anillo. Pero la mejor noticia es que lo hacían de la mano de Patrick Mahomes, un joven entonces de 24 años, que se disponía a ser el hombre que dominara la NFL después de Tom Brady.
Brady se retiró con 43 años y siete anillos de campeón. Mahomes se dispone a pelear por el cuarto en la noche del domingo al lunes (0:00, Movistar Plus), pero sobre todo para que los Chiefs sean el primer equipo que gana tres Super Bowls de manera consecutiva.
No lo ha conseguido nadie hasta ahora. Ni Montana ni Brady. Mahomes quiere ser el primero. El quarterback, de 29 años, es la estrella de los Chiefs en el campo, pero la verdadera estrella estará en uno de los palcos VIP como es habitual. Taylor Swift es la novia del tight end de los Chiefs, Travis Kelce, y ya ha confirmado su asistencia a la Super Bowl, como ha hecho durante todos los playoffs. De fondo, los rumores de una posible petición de mano si el equipo de Kansas City gana su tercera Super Bowl consecutiva.
Kelce ha celebrado la presencia de Donald Trump en la Super Bowl a pesar de que su novia hizo campaña por Kamala Harris y de que el actual presidente de Estados Unidos aseguró que odiaba a Taylor Swift. Trump no pierde una oportunidad de llamar la atención y será el primer presidente que acuda en directo a la final.
El tight end es el mejor socio de Mahomes y ellos dos junto al veterano entrenador Andy Reid definen la personalidad de este equipo que va camino de hacer historia.
Taylor Swift, por suerte para ella, no tendrá que sentarse al lado del multimillonario presidente. Desde su palco en el Superdome de Nueva Orleans será una espectadora más de la actuación del rapero Kendrick Lamar en el descanso. La NFL no paga a los artistas por el «show» del entretiempo. Los cantantes participan por la gloria y también por el efecto publicitario que supone aparecer en el partido más esperado del año. El football es el único deporte en Estados Unidos que juega las eliminatorias a partido único y se decide en una final clásica, lo que multiplica la expectación.
Enfrente de los Chiefs y de Mahomes estarán los Philadelphia Eagles. Kansas City podría cerrar el triplete contra el mismo equipo con el que lo comenzó. Hace dos años, los Eagles perdieron por tres puntos en Arizona.
Los Eagles son la mejor defensa de la Liga. Un equipo que en los 80 y en los 90 llamaba la atención por el estilo de su atlético quarterback Randall Cunningham, que destacaba más por sus carreras que por sus pases. Ahora la dirección del equipo corresponde a Jalen Hurts, aunque el juego de ataque descansa especialmente sobre las piernas del running back Saquon Barkley. Los Eagles son un equipo que ataca a la carrera más que con el pase. Un equipo que pelea contra la historia, contra el hombre que quiere superar las leyendas de Joe Montana y de Tom Brady.