“En cine es mejor atreverte que quedarte frío”: Rodrigo García Saiz
La plática con Rodrigo García Saiz coincide con la muerte de David Lynch, el miércoles 15 de enero.“Es un día de duelo importante”, dice, dos semanas antes del estreno de su ópera prima, Lluvia (2023).Cinéfilo desde niño, pasó por la publicidad desde su productora Central Films hasta que la fortuna le puso en su carrera un guión de Paula Marcovitch (Sin remitente, Elisa antes del fin del mundo, Temporada de patos, El premio, Días borrosos), con seis dramas que ocurren en la Ciudad de México.Película coral, en deuda con la Short Cuts (Vidas cruzadas, 1993) que Robert Altman adaptó de Raymond Carver y emparentada con su contemporánea Ciudad de ciegos (1991), de Alberto Cortés, Lluvia goza de un reparto de estrellas ganadoras del Ariel: Arcelia Ramírez, Karina Gidi y Cecilia Suárez; o nominadas de ese premio: Dolores Heredia, Tiaré Scanda y Bruno Bichir y Mauricio Isaac.“Tenía un guión muy atractivo para los actores. Tengo un reparto de ensueño, con las primeras opciones que veía siempre en mi cabeza”, comenta en la entrevista el cineasta, que ya está en la posproducción de su segundo largometraje, Morro, historia ahora de un solo personaje con un perro.Y a esa pléyade se suman Martha Claudia Moreno, Axel Shuarma, Mayuko Nihei, Morganna Love, Esteban Caicedo, Hoze Meléndez, Mario Escalante, Vitter Leija, Kristyan Ferrer y Paloma Arredondo.“Una de las cosas que siempre me han interesado y me han parecido mágicas del cine es esta mezcla de actores con mucha experiencia y trayectoria, de estudios muy particulares y de distintas escuelas, con actores noveles que no han tenido experiencia alguna frente a la cámara. Esta combinación arrojaba elementos muy interesantes, como espontaneidad o jugar a soltarnos en las situaciones. Eso me gustó. Aposté por esta mezcla, que le da un toque particular a Lluvia, y es de las cosas que más orgulloso me hacen”, confiesa el egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica (CUEC) de la UNAM, de la Universidad de Nueva York y de la Escuela Internacional de Cine yTelevisión de San Antonio de los Baños, Cuba, creada por el Nobel Gabriel García Márquez.Después de tanto tiempo en el medio, ¿cómo se lanza a dirigir su primer largometraje?Efectivamente, Lluvia es mi ópera prima, mi primer largometraje a partir de un guion que llega a mis manos de Paula Markovitch, escritora, artista, directora argentina radicada en México desde hace tiempo, con quien tenía una relación creativa importante. La historia la concibió ella para Argentina. Y así, cuando la leí, me quedé muy conectado con el guión; tenía los elementos que yo amo del cine, que es la exploración de la condición humana, esta cuestión de encuentros y desencuentros en una urbe.¿Por qué trasladó Lluvia a Ciudad de México?Me di a la tarea de hacerla mía, de poder plasmar mi ojo, de encontrar elementos cercanos a mí. Nací en Ciudad de México, que es la tercera ciudad en el mundo en la que llueve más. Y decidí que a las seis historias que se entremezclan se sumaran dos personajes importantes que las contaran: uno de ellos era la propia Ciudad de México y el otro, la lluvia, esta lluvia intermitente que se ve también un poco como metáfora de lo que está ocurriendo en los relatos, que son esas pequeñas gotas como historias aisladas que, cuando uno ve la lluvia, se mezclan y servían también para ejemplificar el estado de ánimo de los personajes. Así fue como emprendí esta aventura, que duró varios años para poderla levantar.Por el contexto de la capital y la naturaleza que la afecta, Lluvia me recordó Ciudad de Ciegos, que contó también con Arcelia Ramírez, fotografiada por otro argentino y Marcovich, Carlos. En realidad, el cine que siempre me ha cautivado como espectador es el de la condición humana, el que explora las emociones entre las personas, las relaciones, efectivamente, las películas corales. Hubo muchas películas que me marcaron toda mi vida, podría mencionar como referencia Short Cuts, de Robert Altman, que me cautivó mucho porque era con estas historias que se entremezclaban y que tenían cantidad de personajes; me cautivó mucho, es una película emblema en mi corazón. Luego, efectivamente, Ciudad de Ciegos. Y por mencionar otras películas corales, Magnolia, la espléndida argentina Relatos salvajes, eran esbozos que me daban nortes cuando me enfrenté a esta historia. Se trataba de encontrar una voz propia con este cobijo de películas corales, como las de Roy Andersson, director sueco (Canciones del segundo piso, Sobre el infinito, Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia). Pero mi norte más grande fue Short Cuts, porque estaba basada en nueve relatos de Raymond Carver, un escritor que apelaba mucho a la cotidianidad, a darle voz a personajes a quienes no se les da; sentí que mi guión tenía eso, que la historia creada por Paula poseía esos elementos; traté de darles la voz que podía e iba construyendo.¿Y no sintió terror al aventarse en su ópera prima no una historia, sino seis?Hacer cine siempre es un viaje incierto, uno nunca sabe con certidumbre cuál será el destino final. Uno de los grandes aprendizajes es atreverte; es mejor atreverte y escucharte a ti mismo e intentarlo, que quedarte frío. Es una narrativa no convencional, tiene unas implicaciones y unos riesgos que vienen innatos con este subgénero de películas corales, que es que el espectador se puede identificar con una historia o con otra. Ese riesgo iba a estar latente; yo lo asumí y traté de rodearme de un reparto muy sólido, con el que pudiese tener un control del tono de la película, usar la lluvia como este elemento que cobijara todos estos relatos. Y así fue como empecé a lograr ir venciendo este miedo que implica aventarte al vacío en una película. Y, básicamente, sabía que tenía un buen principio con el guión.Las seis historias son de parejas de algún tipo. ¿Por qué?Las historias estaban construidas así. Es interesante la perspectiva de verlas “de parejas”. Lluvia apela a darles voz a estos personajes que nos cruzamos todos los días en Ciudad de México, donde te encuentras a una maestra, a un taxista, a una enfermera... Esos encuentros entre dos personas que no tenían nada que ver generan esta magia y esta exploración de estos momentos a veces luminosos, otras veces absurdos, tristes, nostálgicos, de donde podía yo agarrarme para tener este mosaico de emociones, eso que ya venía implícito en la historia. Esto de las “parejas” es un poco coincidente, no estaba concebido el guión como “de parejas” sino como de encuentros y desencuentros.¿Cómo enfrentó las dificultades técnicas de un filme de esta naturaleza? La fotografía de Leonardo Hermo es muy efectiva, a pesar de las condiciones climáticas.La película tuvo mucho ángel desde que se concibió. Partimos de una historia muy atractiva para el equipo técnico, tuve esa suerte, a pesar de que fue un rodaje muy complicado porque la filmamos en épocas de lluvia. Un dato interesante: más del 70 por ciento de lo que ves en pantalla es lluvia real. Es un filme cuya complejidad se fue dando en cada una de las facetas que implica: en la parte del montaje, la editora (Liora Spilk Bialostozky) tuvo gran crédito, porque prácticamente fue reescribir el guión; el sonido que hizo Javier Gutiérrez fue fundamental porque, aunque casi no se percibe, cada sonido de la lluvia es distinto en cada una de las seis historias, hay matices diferentes, la lluvia genera muchas emociones en el sonido, profundizamos en eso. Otro elemento mágico fue la música de Ramiro del Real, guitarrista de Café Tacvba, que fue como acabar de cerrar las emociones que quería que tuviese cada relato. Es un filme muy bien logrado técnicamente, porque estuve rodeado de gente profesional, con muchísima experiencia, muy dispuesta a contar esta historia, que para mí era muy importante. ¿Qué sigue después de Lluvia? Cada una de las seis historias podría ser otra película en sí.Es curioso. En el recorrido de Lluvia por los festivales, mucha gente me decía eso: “¿Qué pasa con los personajes? Me quedé con ganas de saber”. Fue una apuesta dejarlas muy abiertas para que el espectador encuentre en estos personajes el final que mejor le venga a él.AQ