Un francés que vive en España dice esto de la actitud que tenemos ante la vida: «Como si fuese algo político»

El país donde uno nace puede determinar la manera de comportarse o cierta actitud ante la vida. En el caso de España existe una gran identidad como país por la historia o los valores culturales. Sin embargo, en nuestro país no es tan común ver símbolos de exaltación nacional como quizá sí lo hacen otros ciudadanos de países de nuestro entorno. De ello precisamente ha hablado un usuario conocido en redes como 'ElGabache'. Este joven francés que vive en España explica que siente que a los españoles nos «sorprende que alguien de fuera pueda considerar España como uno de los mejores países del mundo». Añade que percibe que para algunas personas es incluso «difícil de creer». «He notado que muchos españoles son muy exigentes consigo mismos y eso les impide expresar el orgullo por ser español que es algo que me sorprende mucho», comparte con sus seguidores. Asegura que aunque la gente exprese su sentimiento de pertenencia al país en «petit comite» a muchos les cuesta decirlo «en voz alta como si fuese algo político en vez de un reconocimiento bonito». En este sentido, este usuario compara la actitud de los españoles con la de los franceses y anima a «expresar que España es increíble, es extraordinaria». Destaca de esta manera que lo es «por sus valores, la importancia de la familia, el peso de las fiestas y de las costumbres , de las tradiciones en su cultura, de su gastronomía, que no tiene que envidiar a ninguna otra y su solidaridad». Afirma que, como una persona que ha vivido y trabajado en varios países, los españoles deberían valorar más «lo que tienen al lado de casa». Algunas personas, sobre todo españolas, han reaccionado a esta publicación dando su opinión sobre estas afirmaciones. Una admite que aunque «está orgullosa» de ser española, no lo expresa «todo lo que debiera» y le ha dado las gracias a este ciudadano francés por las palabras que le ha dedicado a nuestro país. Otre asegura que «tenemos la costumbre de infravalorarnos».