El billete único alemán de transporte público que quiere copiar Puente, un agujero para las cuentas estatales
La empresa pública de ingeniería Ineco trabaja ya en el billete único de transporte público que el Gobierno quiere implantar a partir de 2026. Y a buen seguro que está prestando mucha atención a lo que está ocurriendo con el título que ha servido de inspiración el Ministerio de Transportes, el Deutschlandticket alemán. Porque aunque, en apariencia, el billete ha sido éxito con 13 millones de usuarios, bajo la superficie lo que se esconde no es más que otra subvención que le está costando mucho dinero público a los "lander" y al Gobierno federal germano.
El Deutschlandticket se lanzó originariamente en mayo de 2023 a un precio de 49 euros mensuales para atraer viajeros hacia el transporte público y simplificar la estructura de billetes del país. Sin embargo, desde el pasado 1 de enero cuesta ya 58 euros, un 18% más. La subida del precio se ha acordado entre todos los territorios autónomos porque, como han reconocido algunos de sus ministros de Transportes, era la única forma de atenuar el agujero que está ocasionando en las cuentas públicas.
El de Brandenburgo, Rainer Genilke, no lo pudo explicar de forma más clara al asegurar que el título se introdujo a un precio deliberadamente bajo para atraer usuarios pero que las cuentas son tozudas y no salen y el título no se podía mantener a 49 euros. Hasta ahora, según reporta la prensa alemana, los gobiernos regionales y el central han aportado cada uno alrededor de 1.500 millones de euros debido a que las empresas de transporte están sufriendo graves pérdidas de ingresos por el precio tan reducido del Deutschlandticket.
El ministro de Transportes de Baviera, Christian Bernreiter, ha declarado también que la subida de precios era "inevitable" porque además, y a pesar de los 13 millones de usuarios, las expectativas de ventas del título no se han cumplido, lo que abocaba a un gran déficit de financiación para este año.
El problema de subir el precio es que, cuanto más lo hace, menos trasbordo de pasajeros hay del transporte privado al público porque pierde su atractivo. Y algunos expertos están advirtiendo de que, de hecho, el coste ya es demasiado alto. La Asociación de Empresas de Transporte Alemanas (VDV) asegura que sólo el 5% de los viajes del Deutschlandticket son viajes de trasbordo.
Ayudas
El nuevo billete que proyecta el Ministerio de Transportes español tendrá que superar este desafío de la rentabilidad si no quiere terminar siendo un subsidio más en contra de las creencias de Óscar Puente, que ha declarado públicamente que no es "un gran fan" de las bonificaciones al transporte público. El ministro ha asegurado que aunque la subvención del transporte público ha sido muy útil en un determinado momento histórico en el que las economías de las familias estaban sufriendo por la inflación porque "ha ayudado a que las economías domésticas de los usuarios recurrentes del transporte público se vieran aliviadas" y también ha ayudado a "generar confianza en el transporte público", ahora ha llegado el momento de evolucionar hacia el billete único dado que permitirá volcar los esfuerzos en la calidad.