La Cámara de Comercio alerta: los aranceles de EE. UU. podrían sacudir la economía española
La política arancelaria de Estados Unidos, impulsada por la administración de Donald Trump, ha generado incertidumbre en los mercados internacionales. La Cámara de Comercio de España advierte sobre el uso de los aranceles como herramienta política más que económica.
"Trump utiliza los aranceles no tanto para proteger su industria nacional, sino como un instrumento de negociación en otros ámbitos políticos y comerciales. Este enfoque introduce una gran incertidumbre para los países afectados", señala Raúl Mínguez, director del Servicio de Estudios de la Cámara de España.
Impacto en España
El efecto directo de una eventual imposición de aranceles a la Unión Europea sería limitado en el caso de España, cuya exposición es menor en comparación con socios comunitarios como Italia, Alemania o Francia. Actualmente, la balanza comercial de España con Estados Unidos es deficitaria, es decir, importamos más de lo que exportamos.
Las exportaciones españolas a EE. UU. representan alrededor del 2,3% del PIB nacional, frente al 4,6% de la UE27. Se concentran en tres sectores principales:
Bienes de equipo: Motores, maquinaria mecánica y electrónica, equipos eléctricos y material de oficina.
Productos semimanufacturados: Químicos y farmacéuticos.
Productos agroalimentarios: Grasas y aceites.
Estados Unidos es el sexto destino de las exportaciones españolas y el segundo fuera de la UE, después de Reino Unido. Actualmente, las exportaciones españolas al mercado estadounidense ascienden a unos 22.000 millones de euros anuales, involucrando a más de 27.000 empresas de distintos sectores y regiones.
En cuanto a las importaciones, representan el 2,5% del PIB español (4,3% en la UE27) y se dividen en cuatro categorías:
Bienes de equipo
Productos semimanufacturados
Productos agroalimentarios
Productos energéticos (petróleo y gas)
Posibles consecuencias de los aranceles
La Cámara de Comercio de España advierte que, en caso de aplicarse aranceles, una medida homogénea tendría un impacto menor que una discriminación por sectores o regiones. "Si se impone un arancel generalizado, el impacto sería menor que si se establecen aranceles diferenciados por sectores o bloques geográficos, ya que esto podría alterar los precios relativos y generar desventajas para ciertas industrias y territorios, además de aumentar la incertidumbre", explicó Mínguez.
Más allá del impacto directo, un endurecimiento de la política arancelaria estadounidense afectaría las cadenas globales de valor, dado que las exportaciones de productos de nuestros socios europeos al mercado estadounidense incluyen valor añadido español. Estas exportaciones indirectas también podrían verse en riesgo.
Asimismo, el comercio de servicios no turísticos podría verse afectado, ya que una parte significativa de estas transacciones está vinculada al comercio de bienes. Una reducción en el volumen de mercancías impactaría negativamente en las exportaciones de servicios a EE. UU.
Adaptación de las empresas españolas
La Cámara de Comercio de España recuerda que, si las amenazas de la nueva administración estadounidense se materializan, las empresas españolas podrían aplicar las lecciones aprendidas en el pasado. En la anterior etapa arancelaria, las compañías diversificaron su presencia en mercados emergentes, buscaron nuevos socios comerciales y renegociaron precios, plazos y condiciones con importadores y distribuidores estadounidenses para mitigar el impacto de los aranceles.
España deberá seguir estas estrategias para fortalecer su posición en el comercio internacional y minimizar las repercusiones de una posible escalada arancelaria.