Cómo estimular a las mafias
0
La pregunta fue la siguiente: «¿Y no has sentido dudas o reparos?». «Al principio, sí. Bastantes. Y reflexioné mucho. Pero creo que tomé la decisión correcta, porque lo volvería a hacer». Me encuentro con el hijo de un amigo, de Barcelona. Lo llamaré X Junior, y a su padre, X Senior. Le pido noticias de su padre, y me comenta las últimas novedades en el ambiente de confianza que garantiza mi amistad, porque me conoce desde que era un niño. Estamos en una cafetería de Chamberí . De repente, me suelta: «Te voy a contar algo que no puede hacer mi padre, porque lo ignora, pero quiero que lo sepas, y no le traiciono. Conoces su vida espartana y ahorradora.... Ver Más