Estados Unidos y México en disputa por acusaciones de nexos con cárteles y aranceles
México. La decisión del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles de 25% a México no solo desató una guerra comercial, sino también una crisis diplomática con graves acusaciones entre dos países que deben concertar sobre temas críticos como migración y seguridad.
Trump y la presidenta izquierdista Claudia Sheinbaum chocaron el sábado, luego de que el republicano, al justificar los impuestos comerciales, acusara al gobierno mexicano de tener una “alianza” con cárteles del narcotráfico.
La Casa Blanca afirmó en X que esas mafias “ponen en peligro la seguridad nacional y la salud pública de Estados Unidos”.
Sheinbaum, quien llamó a mantener la “cabeza fría” frente a Trump, tachó de “calumnia” este señalamiento y rechazó “cualquier intención injerencista” en su país, que comparte una frontera de 3.100 km con Estados Unidos.
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Es la primera vez que Washington lanza una acusación de este tipo directamente contra el gobierno de México. Sin embargo, políticos y analistas estadounidenses han señalado en el pasado una supuesta connivencia entre delincuentes y autoridades.
“Es muy preocupante. Es realmente sin precedente que el gobierno de Estados Unidos ligue formalmente, en un documento oficial, al gobierno de México con el narcotráfico”, declaró a esta agencia el exembajador mexicano Agustín Gutiérrez Canet.
“Siempre se dirigían a algún funcionario específico o a políticos locales. Esto es mucho más perturbador porque es una acusación al Estado mexicano”, subrayó a esta agencia el internacionalista Raudel Ávila.
Sheinbaum respondió a Trump asegurando que la “alianza” con el crimen en realidad ocurre en las armerías estadounidenses, de donde procede la gran mayoría de las armas traficadas hacia México y en poder de los criminales.
La acusación del republicano se suma a su orden ejecutiva que declaró terroristas a los poderosos cárteles, una medida a la que México se oponía por considerar que abre la puerta al intervencionismo.
Tensión comercial
En el frente comercial, Sheinbaum anunció “medidas arancelarias y no arancelarias en defensa de los intereses de México”, aunque sin brindar detalles.
Ambos países llevan décadas enfrascados en señalamientos sobre la escalada del contrabando de drogas.
México reclama a Washington su incapacidad para detener el flujo de armas que alimenta la violencia del crimen organizado. Desde 2006, cuando se militarizó la lucha antidrogas, se atribuyen a la violencia del narcotráfico unos 480.000 homicidios y cerca de 110.000 desaparecidos.
En los últimos años, la principal preocupación de la Casa Blanca fue el tráfico de fentanilo, un poderoso opiáceo al que se vinculan decenas de miles de muertes por sobredosis cada año en Estados Unidos.
Washington acusa a China de no hacer lo suficiente para evitar el tráfico de insumos para fabricar esta droga. Por ello, también impuso nuevos aranceles a este país y a Canadá.
Sheinbaum, quien asumió en octubre de 2024, defendió el sábado que su gobierno decomisó unas 40 toneladas de drogas, incluyendo 20 millones de dosis de fentanilo. También mencionó la detención de más de 10.000 personas vinculadas a los cárteles.
El anterior gobierno de Joe Biden criticó la estrategia de “abrazos, no balazos” del expresidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), pero las diferencias se manejaron en el terreno diplomático.
Esa visión, que la popular Sheinbaum prometió mantener, plantea atacar la pobreza como causa de la violencia antes que el combate armado a las mafias.
Durante el gobierno de López Obrador también se redujo la cooperación antidrogas con Estados Unidos, entre otras cosas por una reforma que limitó el papel de los agentes extranjeros, quienes ahora deben reportar sus operaciones a las autoridades mexicanas.
Presión para imponerse
El internacionalista Ávila considera que la embestida de Trump, por ahora sin pruebas, busca “meter presión” al gobierno mexicano “para que ceda en sus demandas” comerciales, de seguridad y migración, otro tema invocado por Trump para imponer aranceles a las exportaciones de México y Canadá, sus socios en el tratado comercial T-MEC.
Según el mandatario, sus dos vecinos tampoco hacen lo suficiente para evitar que miles de migrantes crucen ilegalmente la frontera. Desde que volvió al poder, el 20 de enero, ordenó reforzar la presencia militar en esa zona, canceló un programa para solicitar asilo e inició una campaña de deportaciones masivas.
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Pero Sheinbaum resaltó el sábado que su gobierno contribuyó a reducir los cruces irregulares.
Durante el primer mandato de Trump (2017-2021), México enfrentó aranceles en sectores específicos, como acero y aluminio.
Las medidas fueron levantadas luego de que México desplegó a decenas de miles de militares para detener el paso de caravanas de migrantes y aceptó que solicitantes de asilo de otros países esperaran respuesta en su territorio.
Trump revivió ese programa, conocido como “Quédate en México”, aunque de forma unilateral.
Pese a elevar su tono contra Trump, Sheinbaum manifestó que no quiere “confrontación” y le propuso una “mesa de trabajo” con los “mejores equipos” de seguridad y salud pública.
Es un “exceso de confianza” de la presidenta mexicana frente a alguien como Trump, dijo Gutiérrez Canet.