Que el optimismo de Martí sea horizonte y magisterio
«Desde Cuba libre y soberana, les ratificamos a los martianos de todas partes que nos han acompañado en estos días, que seguiremos luchando por el equilibrio del mundo, como contribución a la preservación de la especie», concluyó sus palabras Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, en la clausura de la 6ta. Conferencia Internacional Por el Equilibrio del Mundo.
En el Palacio de Convenciones de La Habana —donde sesionó el encuentro hasta este viernes—, el Jefe de Gobierno aseguró que «Martí acompaña no solo a los cubanos, sino a todos los ciudadanos del mundo que creen con firmeza en la posibilidad de mejorar y equilibrar el mundo, y que lo hacen a contracorriente de la barbarie hoy visible en el apogeo de la codicia…».
Ante los 1 233 delegados de más de 90 países, la cifra más alta de los últimos años que asisten a este evento y «desde esta tribuna erigida al Apóstol de nuestra independencia, Díaz-Canel compartió con ellos «el ferviente deseo de que Martí nos siga convocando, que su optimismo, levantado como una espada, incluso en los escenarios más adversos, sea horizonte y magisterio.
«Tengamos como anhelo legítimo convertirnos, con el esfuerzo diario y los mejores sueños, en verdaderos discípulos de José Martí, así como lo hizo Fidel y con él la Generación del Centenario de Martí, como lo hicieron tantos hombres y mujeres dignos…», señaló.
En su discurso Díaz-Canel aludió al holocausto palestino a manos del gobierno de Israel y de quienes alimentan esas ganas de matar, pero también de la persecución brutal y la humillante deportación, esposados y encadenados, de miles de migrantes que se han quebrado las espaldas.
Se refirió, por supuesto, de la Mayor de las Antillas, «cientos de veces víctima del terrorismo, cuyo noble nombre han incluido y vuelto a incluir en una lista infame de supuestos patrocinadores del terrorismo, para que los obedientes bancos internacionales le cierren las puertas.
«Hablo de Cuba, a la que Estados Unidos le robó un pedazo de tierra en nombre de una amistad que jamás honró al usar ese territorio, ilegalmente ocupado por más de un siglo, como base militar y prisión donde se tortura y se encierra en un limbo legal a personas…».
El mandatario cubano aseveró que como si no bastara esa infamia ahora nos dicen que a la Base Naval ilegalmente ocupada en Guantánamo mandarán 30 000 deportados. «Otra vez la ilegalidad, el desconocimiento de los tratados internacionales, la idea inaceptable de que hay países y personas superiores.
«A pesar de los pesares, como decimos aquí, y de las órdenes presidenciales de los amos del mundo, no vamos a callar frente a la infamia. Ni vamos a perder la confianza y “la fe en el mejoramiento humano, la vida futura y la utilidad de la virtud», aseguró el Jefe de Estado, quien ratificó que «no nos rendimos. Aprendimos con Martí que del dolor y de la necesidad de ponerle fin, nacen las fuerzas y la voluntad para enfrentar y vencer los mayores desafíos».
A la clausura asistieron, además, los miembros del Buró Político Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado; Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro de la República; Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del Partido; y Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores, entre otras autoridades.
Previo a la jornada final, el Presidente cubano participó en el panel Guerra y dominación versus resistencia y solidaridad, en el que se debatió sobre noticias falsas, redes, guerra comunicacional y respuestas desde el Sur Global. Además, se abordó la guerra de exterminio masivo en la Palestina ocupada, así como otros temas.
Durante su intervención en el panel, aludió a como en este evento «hemos hablado de la esperanza y, si tenemos la convicción de que vamos a defender un mundo mejor, tenemos que resistir. La prueba de esa resistencia está en el pueblo de Palestina». También, aludió a que el compromiso de Cuba con la causa Palestina es histórico, pero hoy cobra una dimensión fundamental.
Fotos: Presidencia Cuba.