La Candelaria, el rosario en la intimidad de la noche en Córdoba
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El corazón comenzó a latir intensamente con la emoción de que por fin llegaba el momento. María Santísima de la Candelaria comenzó su camino, llevada en parihuela de noche dejando atrás el Compás de San Francisco y adentrándose en la estrechez del Portillo y la calle Cabezas buscando la Catedral. Fueron instantes de oración e intimismo, sin música , sólo de silencio tan sólo pausado por los rezos de los misterios del rosario de sus devotos. Con la oración de los hermanos de la cofradía del Huerto, se empezó a vivir públicamente el medio siglo de la refundación y poco antes con la misa del triduo en honor de la Virgen en su iglesia. Allí se bendijeron las ofrendas a María Santísima de la Candelaria, regalos de hermanos y costaleros. Fueron muchos los asistentes a la eucaristía y muchos los que la acompañaron a la salida a las diez de la noche y por todo el itinerario. En el traslado vespertino con un recorrido más corto y directo este viernes en la parihuela cedida por la hermandad de la Estrella se saborearon los instantes a pequeña escala mientras lentamente se sucedían los misterios dolorosos, entre ellos la oración en Getsemaní y la flagelación. Los candelabros que suelen iluminar a la Virgen del Amparo le alumbraron y llevó rosas en tono rosa pálido. La cruz de guía del Huerto con los faroles fue abriendo el cortejo, muy nutrido, también con un cuerpo de acólitos con ocho ciriales. Se anticipó, así, lo que llegará el sábado a gran escala , por más calles, por un itinerario más expandido que dejará en la retina el paso de la Virgen por la siempre especial Deanes. Irá entonces la Candelaria triunfal bajo su palio completamente concluido de bordar en oro, en un exquisito trabajo en las bambalinas interiores del bordador malagueño Joaquín Salcedo con taller en Sevilla, con rica simbología mariana. Será una jornada la del sábado con estreno musical , el de la marcha himno 'Dulce Virgen Candelaria', concebido por la compositora cordobesa María Jesús Amaro, con letra de Rafael Fernández Bretones, para esta especial ocasión.