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La economía de Trump, entre la inflación y el aislacionismo

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Parece que los esfuerzos de Donald Trump para abordar el creciente costo de la vida decepcionarán a los votantes estadounidenses, ya que los economistas advierten que su nueva Administración está priorizando el ‘Estados Unidos primero' sobre la lucha contra la inflación.

Los economistas han revisado al alza sus previsiones de suba de los precios para este año ante las señales de que la agenda proteccionista y aislacionista del presidente aumentará los costos y hará que la Reserva Federal tenga problemas por recortar las tasas de interés.

"Las políticas que está siguiendo presentan un alto riesgo de inflación", afirma Adam Posen, director del think-tank Peterson Institute for International Economics. "Parece que promover la industria y castigar a los socios comerciales de EE.UU. son objetivos que, para Trump, son una prioridad mayor que el poder adquisitivo de la clase trabajadora".

Por término medio, los economistas predicen ahora que la inflación será del 2,6% este año, frente al 2,2% antes de las elecciones, según el agregador de pronósticos Consensus Economics, debido al riesgo de que las principales promesas políticas de Trump sobre inmigración, aranceles, recortes de impuestos y reducción de la burocracia, puedan aumentar el costo de vida.

Medidas drásticas contra la inmigración

Los consumidores tuvieron que hacer frente a aumentos de precios de más del 20% durante los cuatro años de mandato de Joe Biden, y el peor incremento de la inflación en una generación obligó a que las tasas de interés subieran hasta un máximo de 23 años y tuvo un alto costo para los demócratas en las urnas.

Pero Trump mantiene que el alto costo de la vida no es la principal preocupación de su Administración. "Todos dijeron que la inflación era el problema número uno. Yo dije: 'No estoy de acuerdo'", aseguró a sus seguidores el día de la investidura, argumentando que la inmigración era un problema más urgente.

"Los que de verdad pensaran que este tipo iba a hacer algo con respecto al precio de los huevos, probablemente se sentirán enormemente decepcionados", afirma Mark Blyth, profesor de la Universidad de Brown y autor de Inflation: A Guide For Users And Losers. "[Su postura es] 'No podemos darles alimentos baratos, pero podemos darles el Golfo de América'".

La Fed también cree que la inflación bajo Trump será más fuerte de lo que había previsto anteriormente. Sus proyecciones trimestrales para diciembre muestran que los responsables de fijar las tasas esperan que los precios suban 2,5% en el transcurso de 2025, frente a una estimación de 2,2% en septiembre, antes de que Trump fuera elegido.

El banco central mantuvo las tasas de interés en el rango objetivo del 4,25% al 4,5% en su votación del miércoles, y se espera que el Comité Federal de Mercado Abierto [FOMC, por sus siglas en inglés], que fija los costos de financiación de EE.UU., aplique sólo dos rebajas de tasas de un cuarto de punto este año.

Si los costos de endeudamiento no caen rápidamente, entonces parece probable que haya un nuevo conflicto entre el presidente de la Fed, Jerome Powell, y el presidente Trump.

"Trump dijo en Davos que las tasas de interés van a ser más bajas... no dijo que Jerome Powell debiera bajarlas, pero no fue muy disimulado", afirma Doug Holtz-Eakin, presidente del American Action Forum y asesor principal de política económica del ex senador republicano John McCain. "Y creo que es poco probable que la Fed haga otra cosa que mantener las tasas de interés sin cambios".

La principal preocupación de los economistas es que el efecto de un auge migratorio post pandemia a la hora de ayudar a reducir la inflación se revierta con las políticas sobre inmigración de Trump.

Se espera que las promesas del presidente de endurecer las restricciones en las fronteras y arrestar y deportar a millones de inmigrantes indocumentados ocasionen problemas para encontrar trabajadores a las constructoras de todo el país y a las empresas agrícolas de los estados del suroeste.

"Independientemente de la postura que se adopte en relación a la política estadounidense sobre inmigración, hay una gran parte de los trabajadores de la industria de la construcción que son inmigrantes ilegales", señala Sherwin Loudermilk, presidente de Loudermilk Homes, una desarrolladora inmobiliaria de Atlanta. "Si Trump realiza deportaciones masivas, o la gente se asusta, entonces se producirá un vacío".

La escasez de trabajadores generalmente aumenta los salarios, provocando presiones más amplias sobre los precios, aunque también podría conducir a una mayor inversión en tecnología que ahorre mano de obra, lo que podría mejorar la productividad.

"Hay dos cosas que podrían salvarnos de la inflación: una es que consigamos un milagro de productividad gracias a la inteligencia artificial antes de lo que pensamos, y eso supere todo lo demás", explica Posen. "La otra es que obtengamos beneficios sin precedentes de un dólar más fuerte".

Aranceles y rebajas de impuestos

Si bien un dólar más fuerte reduce los precios de las importaciones, cualquier beneficio para los consumidores estadounidenses podría verse contrarrestado por los aranceles más altos.

Las divisiones entre moderados, como el secretario del Tesoro Scott Bessent, y halcones, como el asesor económico principal Peter Navarro, hacen difícil predecir lo que hará el presidente.

Durante la campaña electoral, Trump amenazó con imponer gravámenes generales del 10% al 20% a todas las importaciones de EE.UU. Si bien eso aumentaría los precios, el impacto podría ser efímero, siempre y cuando otras jurisdicciones no respondan de la misma manera.

"Sólo para poner las cifras en perspectiva, un arancel general del 10% a todas las importaciones de EE.UU. aumentaría el nivel de precios en un 1%", explica Ernie Tedeschi, economista de Yale y ex asesor de Biden, quien agrega que tal aumento sería un shock único que la Fed "ignoraría".

Otros piensan que una acción agresiva de Trump en materia de comercio podría retrasar la rebaja de las tasas de interés.

"No se puede recortar la tasa mientras sube un arancel", afirma Vincent Reinhart, economista jefe de BNY Investments, que espera que la próxima rebaja de la Fed se produzca en junio.

Si Trump sigue adelante con sus planes de imponer un impuesto de 25% a su vecino del sur, las empresas agrícolas estadounidenses de cítricos y hortalizas, muchas de las cuales tienen intereses en México, tendrían que repercutir los costos a los clientes.

Los planes de Trump de rebajar los impuestos también han hecho temer que corra el riesgo de repetir los errores de Biden al contribuir al enorme déficit fiscal del país y avivar la inflación.

"Hay una narrativa que dice que la inflación estadounidense se debió al estímulo fiscal [de 2021], que Biden fue responsable porque gastó demasiado en la recuperación del Covid", señala Nicolò Fraccaroli, profesor visitante de la Universidad de Brown, aunque añade que si bien el gasto no fue la única fuente de presiones sobre los precios, sí contribuyó "un poco".

La guerra contra la burocracia

La gran esperanza de Trump para reducir la inflación radica en terminar con la burocracia. Pero los economistas y las empresas creen que hay límites a la rebaja de los costos para los hogares y las empresas que puede conseguir tal medida.

"Hay muchas evidencias de que la desregulación impulsa el crecimiento", afirma Sanjay Patnaik, del think-tank Brookings Institution. "Pero con la inflación, al menos que yo sepa, no hay mucha investigación que trace una línea clara.

"Realmente depende del tipo de regulaciones que se visualice", agrega.

Trump ha ordenado a su gabinete que "reúna todos los poderes a su disposición" para relajar las normas de forma que se ayude a abordar el creciente costo de la vida, incluido el alto costo de la vivienda.

Pero si bien las constructoras y los economistas comparten ampliamente la opinión del presidente de que EE.UU. necesita más viviendas accesibles, no están convencidos de que sus planes de flexibilizar las regulaciones y abordar la escasez de oferta resuelvan el problema.

"Las regulaciones y facilitar la obtención de permisos son factores importantes, pero obviamente lo más importante son las tasas de interés", apunta Loudermilk.

Los altos costos del crédito también han hecho que los estadounidenses se muestren reacios a mudarse, lo que ha llevado a una mayor escasez de oferta.

"La gente no quiere refinanciar una hipoteca del 3% al 7%", explica Mahmood Pradhan, economista de Amundi. "Esos costos van a ser el factor predominante que frene el mercado inmobiliario, no la regulación".

Trump ha afirmado que su mayor impulso desregulatorio, declarar una emergencia energética nacional para aumentar la producción nacional de petróleo y gas, reducirá el costo de todos los bienes y servicios.

Pero la débil demanda global y la cautela del mercado podrían disuadir la inversión en oferta adicional.

"La industria del petróleo y el gas se muestra reacia a producir más de lo que los mercados globales pueden absorber en este momento. Precisamente porque saben que eso hará que los precios de las materias primas caigan bruscamente", afirma James Lucier, director general de Capital Alpha Partners, que agrega que hay "bastante disciplina de mercado" que restringe las nuevas perforaciones.