Así eran los millonarios precios de Wakalua, la empresa que patrocinó a Begoña
Wakalua, la empresa que se presentaba como el centro de innovación turística de Globalia, colaboraba directamente con la Organización Mundial del Turismo (OMT), que dirige Zurab Pololikashvili, en los servicios que ofrecían a empresas del sector del turismo con precios de hasta un millón de euros al año.
La compañía ofrecía cuatro tarifas distintas para las compañías turísticas de todo el globo que decidiesen dejarse asesorar por esta compañía vinculada al grupo que dirigía Javier Hidalgo.
En una presentación a posibles clientes que elaboraron en 2019, el momento en el que echó a andar Wakalua, exponían que la razón de ser de esta empresa era "diseñar, desde la colaboración y la innovación, un turismo sostenible capaz de satisfacer las demandas del nuevo viajero".
Los clientes prioritarios, que pagaban un millón de euros a Wakalua, eran "los más relevantes" y para los que se preveía un desarrollo de "programas propios" de innovación, al tiempo que vinculaban "su marca" a esta compañía de Globalia.
De ahí los precios iban para abajo, medio millón de euros tenían que abonar al año las empresas de categoría platino, a las que se ofrecía el desarrollo de "nuevas líneas de negocio con startups" y también "asociar su marca" al proyecto Wakalua.
Las enmarcadas en el grupo de clientes "oro", desembolsaban una cuota anual de 200.000 euros, a cambio de "programas de innovación" que se desarrollarían en el "ecosistema" de este centro de innovación y con "startups". Las de categoría "plata", que tenían que pagar 35.000 euros por cada año de colaboración, no disfrutarían de ningún programa de innovación y emprendimiento. Wakalua les permitía aprovechar su "posicionamiento en el ámbito de la innovación".
"Estamos construyendo el primer hub global de innovación en turismo, que permitirá capitalizar y dirigir el crecimiento esperado n el sector", proclamaba Hidalgo, en una presentación interna a la que ha accedido LA RAZÓN.
Las otras líneas de negocio estaban dirigidas a países y a inversores. Los países podían invertir en dos programas, uno "premium", que implicaba el abono de 200.000 euros al año, y otro "básico", con una factura de 50.000 euros anuales. Wakalua ofrecía a las autoridades nacionales el derecho "a realizar una mención especial a startups de sus países en una call internacional anual". Por otro lado, el privilegio de ser "premium" era que los países "podían lanzar sus propia call".
En cuanto a los inversores, se les daba acceso a una base de datos de startups y se les aseguraba la participación como jurado en competiciones y actividades concretas como el evento "The Future Travel". Estos servicios costaban 50.000 euros cada año.
No hay que olvidar que Wakalua fue uno de los patrocinadores del Africa Center que dirigió Begoña Gómez en el Instituto de Empresa. En un principio, el acuerdo, firmado en enero de 2020, implicaba una aportación económica de 40.000 euros, pero acabó reduciéndose al pago de dos billetes de avión por valor de 1.700 euros. La que era directora de la compañía, Leticia Lauffer, defendió durante su comparecencia en el Senado que el recorte del patrocinio a menos del 5 por ciento de lo inicialmente previsto se debió a la Covid.
Esta financiación coincidió en el tiempo con el rescate de Air Europa con 600 millones de euros de dinero público, como apuntaron en numerosas ocasiones las acusaciones populares al instructor del "caso Begoña Gómez". La andadura de este hub de innovación duró menos de cinco años y se vendió a Ávoris en 2022, lo que implicó su cierre.
Wakalua también fue cliente de otro de los imputados en la causa contra la mujer del presidente del Gobierno. El empresario Juan Carlos Barrabés explicó en una de sus declaraciones ante el juez Juan Carlos Peinado que la empresa de Globalia contrató a una de sus compañías, entre 2018 y 2019, para desarrollar un proyecto en sus primeros tiempos, cuando aún era una "startup".
Hasta Víctor de Aldama, el empresario al que se investiga en el "caso Koldo", se refirió en su declaración en sede judicial a Wakalua. Aldama, según contó, tuvo una reunión con la que fuera ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera -ahora vicepresidenta de la Comisión Europea- en la que también estuvo presente la esposa de Pedro Sánchez. En aquel encuentro, explicó Aldama, se trató de impulsar un proyecto para la España vaciada, las zonas más despobladas del país, que desarrollaría Wakalua.