¡Restauradores de Veracruz! María y José, los hermanos que llevan más de 40 años reparando zapatos, bolsas y maletas

Dentro de un pequeño local, ubicado en el mercado de Coatzacoalcos, los hermanos María del Rosario y José Luis Guzmán Pérez se dedican a reparar calzado, bolsas, maletas y cinturones.​Originarios de Xalapa, llegaron al puerto de Coatzacoalcos, en el sur de Veracruz, durante la década de los 70. Tras trabajar en un restaurante, decidieron abrir su negocio dentro del mercado Coatzacoalcos, impulsados por su patrón y los conocimientos que ya poseían.Aprendieron este oficio en su tierra natal, ayudando a sus tíos.“Realmente no me enseñaron como tal mis tíos, pero me dejaban ayudarlos y me daban unas monedas para el recreo de mi escuela. Cuando salí, me sentaba mirando hasta que un día la necesidad me hizo meterme a reparar, pero me salían muchas ampollas porque no estaba acostumbrada. Bolsas, cinturones y de todo, zapatos, y los pinto y los boleo”, cuenta María mientras repara una zapatilla.El Huarache Veloz es el nombre de su negocio, que decidieron usar desde el inicio. Aunque hoy en día el letrero se borró de la pared, con ese mismo nombre los identifican dentro del mercado, ya que es el negocio más antiguo de su tipo en este centro de abasto.“El negocio se ha mantenido con ahorros y trabajo; desde que iniciamos, nunca hemos cerrado”, añade María.Ambos hermanos superan los 70 años, pero su fuerza y energía han disminuido con el tiempo.Han resistido al paso de los años y a las crisis económicas.José Luis trabaja al lado de María, rodeado de zapatos y herramientas básicas que ellos mismos elaboraron. El único aparato que utilizan es una lija mecánica para dar forma a las suelas de los zapatos.“El material que nosotros usamos es variado: suelas de hule, tacones, elástico, piel para forro. Forramos zapatillas y reparamos zapatillas de ballet. La técnica es manual y artesanal; yo la aprendí desde niño”, explica José Luis.En el caso de los zapatos, reconstruyen las suelas o la piel si es necesario. Las bolsas y maletas son cosidas a mano, y el pintado hace que los productos parezcan nuevos.A pesar de que no siempre les va bien, han decidido mantener su negocio hasta que Dios se los permita, ya que varios negocios similares cerraron con el paso de los años.“Gracias a Dios nos vamos haciendo de clientes. Con la gente, dándoles el servicio, tratándolos mejor, aquí estamos. Como cuando pasó la pandemia, nos bajó mucho”, dice María.En las últimas décadas, hay menos trabajo porque cada vez más personas optan por desechar sus zapatos en lugar de repararlos. Sin embargo, esto no desanima a los hermanos Guzmán, quienes se caracterizan por realizar trabajos de calidad en un par de horas.“Aquí partimos el pan: cincuenta por ciento de ganancia para mi hermana y el otro cincuenta para mí. Es variado, no hay una tasa fija. Un decir: ganamos 500 pesos a la semana o mil pesos, un poco menos o un poco más”, agregan.Los hermanos Guzmán son conocidos en Coatzacoalcospor su trabajo garantizado. Por ello, se les puede encontrar en los primeros locales del mercado, entrando por la avenida Corregidora, en el centro de la ciudad, donde permanecerán mientras Dios les preste vida.MO