¿Qué santo se celebra hoy, domingo 26 de enero? Todo lo que debes saber del santoral de hoy
El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.
¿Qué santos se celebran hoy, domingo 26 de enero?
- San Alberico, abad. Sobresalió por su celo en procurar la formación de sus monjes, como verdadero amante de la Regla y de los hermanos durante el siglo XII.
- San Teógenes, mártir. En la ciudad de Hipona, en Numidia (hoy Argelia), san Teógenes, mártir, acerca del cual san Agustín predicó un sermón siglo III.
- Beata María de la Dive. Mártir, siendo viuda fue degollada por su fidelidad a la Iglesia durante la Revolución Francesa en el siglo XVIII.
- San Agustín Erlandsön. Obispo que, en la ciudad de Nidaros (Trondheim) rigió la Iglesia que le había sido encomendada, procurando su crecimiento y defendiéndola ante los príncipes.
¿Por qué se conmemoran San Timoteo y San Tito el 26 de enero?
San Timoteo y San Tito fueron obispos y discípulos del apóstol San Pablo, que le ayudaron en su ministerio y presidieron las Iglesias de Éfeso y de Creta, respectivamente. Por ello, ambos son venerados el día después de la fiesta de la Conversión de San Pablo. Es decir, el 26 de enero.
San Timoteo: vida y legado
San Timoteo nació en Listra, donde Pablo hizo su primer viaje, le encontró y fue uno de los primeros convertidos al Evangelio. Desde entonces, se convirtió en un fiel seguidor de San Pablo y viajó con él en varias de sus misiones apostólicas: en Atenas, en Corinto, en Éfeso y finalmente en Roma en el primer cautiverio de San Pablo.
Pablo tenía mucho respeto por Timoteo, al que consideraba un hijo. Las Epístolas a Timoteo, dos de las cartas escritas por San Pablo y que se encuentran en el Nuevo Testamento, están dirigidas a él. Estas cartas contienen consejos pastorales y exhortaciones para guiarlo en su labor como líder cristiano.
Timoteo estuvo presente en el martirio de Pablo; después regresó definitivamente a la sede de Éfeso, donde se convirtió en el primer obispo de la Iglesia de Éfeso.
Según una antigua tradición, murió mártir en el año 97, después de ser apaleado y apedreado por oponerse a la celebración de un festival pagano en honor a Diana. Los restos de San Timoteo se encuentran en la Iglesia de los Apóstoles en Constantinopla, donde los fieles reciben grandes favores cuando rezan a sus pies.
Junto con Tito y San Silas, Timoteo es conmemorado por la Iglesia Evangélica Luterana en América y la Iglesia Episcopal el 26 de enero.
San Tito: vida y legado
Por su parte, San Tito también fue discípulo de San Pablo, a quien acompañó al Concilio de Jerusalén. Fue Tito quien llevó la “carta de las lágrimas” de Pablo a los fieles de Corinto, entre los cuales restableció la armonía y organizó la colecta para los pobres de Jerusalén.
Después de predicar en varias ciudades, San Pablo lo consagró Obispo de la Isla de Creta. Según la tradición, Tito murió en Creta, ya de avanzada edad y en calidad de obispo, en el año 96.
¿Qué es el santoral?
El santoral católico es una meticulosa recopilación que aglutina los nombres de los santos y beatos que la Iglesia Católica conmemora oficialmente en fechas específicas a lo largo del año. Cada jornada del calendario litúrgico se vincula con uno o varios de estos personajes sagrados, quienes son evocados durante las misas y constituyen el objeto de las oraciones de los fieles.
Esta venerada tradición de celebrar y honrar la vida de los santos se arraiga en los albores mismos del cristianismo. En este periodo, comenzó la veneración a los mártires y a otros individuos que sobresalieron como ejemplos a seguir por su modo de vida y su testimonio de fe.
Estas conmemoraciones trascienden la mera rememoración. Constituyen momentos de introspección y conexión con los principios y valores que estos personajes personifican. Los santos y beatos, con sus vidas y sus acciones, nos ilustran cómo mantenernos fieles a nuestros principios, incluso en periodos de persecución y adversidad. Nos educan, a través de sus vivencias, que siempre es posible hallar la fortaleza para mantenernos leales a nuestras convicciones.
Además, el santoral puede ser una valiosa herramienta para profundizar en la historia de la Iglesia y del cristianismo, así como para hallar inspiración en la vida y las enseñanzas de los santos. Al entablar una conexión con estas figuras históricas, los fieles pueden descubrir guía y fortaleza para sus propias vidas, al tiempo que rinden homenaje al legado de estos individuos ejemplares.