Macroquerella ante el Tribunal Supremo contra la OMS y Sánchez por su actuación en la Covid-19
El pasado viernes16, la Asociación Liberum, junto a Diana Cristina López, presentaron una querella ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo contra el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez; el que fuera ministro de Sanidad, Salvador Illa; el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus; el exdirector del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (Niaid), el doctor Anthony Stephen Fauci, y contra Peter Daszak, presidente de EcoHealth Alliance. Esta última es una organización estadounidense que tiene el objetivo de proteger a las personas y animales de las enfermedades emergentes.
La Asociación Liberum es una agrupación ciudadana «democrática, plural, sin ánimo de lucro y apartidista», que tiene como fines «la promoción y defensa de los derechos humanos, derechos fundamentales y libertades públicas amparadas en la Constitución Española y los Tratados internacionales».
Por su parte, Diana Cristina López es la madre de Daniel Herce Rodríguez, de 14 años, que falleció el 6 de noviembre de 2022 en su casa en La Rioja. Daniel había recibido las dos dosis de Cominarty BioNTech (Pfizer) contra la Covid-19 (el 20 de agosto de 2021 la primera, con lote FD9309, y el 13 de septiembre de 2021 la segunda, con lote FG7898), como consta en la querella. Su madre denuncia que su fallecimiento se debió al efecto adverso de la vacuna de Pfizer, ya que al menos otros dos jóvenes que habían recibido el mismo número de cuba (supralote) han muerto, y cuyos familiares también denunciaron los hechos.
Los querellantes consideran asimismo que se ha ocultado información vital sobre la pandemia que los ciudadanos de todo el mundo «deben conocer y así poder obrar en conciencia». Según señalan, este ocultamiento «ha conllevado trágicas consecuencias, graves enfermedades, secuelas permanentes y millones de muertes, además de un quebranto económico en millones de personas».
La querella, de 366 folios, denuncia de forma detallada y con mucha documentación algunos de los aspectos más polémicos ocurridos desde el origen de la pandemia, y se apoya en el informe hecho público en Estados Unidos el pasado 4 de diciembre: «After action review of the Covid-19 pandemic: The lesson learned and a path forward», elaborado por el subcomité sobre la pandemia de coronavirus, del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes.
Uno de los puntos más sorprendentes que la Asociación Liberum denuncia es que la causa de la pandemia –el virus SARS-CoV-2–, se debió a la fuga vírica de «un arma biológica, independientemente de que ésta haya sido involuntaria o adrede». Así, el texto señala que el virus es «fruto de la experimentación en el laboratorio virológico de Wuhan, con la participación de la organización norteamericana EcoHealth (que realizaba estudios de ganancia de función –con producto genético alterado– en virus de coronavirus con fines militares)». La propagación de la Covid-19 provocó la declaración por parte de la OMS «del estado de pandemia, lo que llevó a que muchos países impusieran medidas sanitarias restrictivas y radicales», según considera la Asociación.
En este sentido, el informe ante la Cámara de Representantes de EE UU aborda la dependencia excesiva de su país a las recomendaciones de la OMS (páginas 171 a 188), y señala que «las acciones de la OMS demostraron que no apoyaba a todos sus miembros por igual. Lo que se vio fue una organización que, en lugar de servir a toda la humanidad, se vio en deuda con la política y quedó atrapada en ella». Y continúa: «La respuesta de la OMS a la pandemia fue un rotundo fracaso (…). A lo largo de ella, la Organización evitó culpar al Partido Comunista de China (PCCh). La OMS elogió sistemáticamente los esfuerzos del PCCh para combatir la propagación de la Covid-19 a pesar de los múltiples informes de que el PCCh participó en una campaña masiva de desinformación». Por ese motivo, el informe estadounidense considera también que el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, debe responder por estos hechos.
Hay que recordar que, tras el trabajo de campo realizado por miembros de la OMS del 14 de enero al 10 de febrero de 2021, al hacerse públicas sus conclusiones en un informe en marzo de 2021, se apuntaba a que es «extremadamente improbable» que el virus escapara de un laboratorio de China, pero el propio Tedros Adhanom Ghebreyesus pedía que se hicieran más estudios porque «todavía no hemos encontrado el origen del virus».
Otro de los apartados más impactantes de la querella es el que profundiza en el exceso de mortalidad que se produjo en el año 2022, y por el que la Asociación Liberum pidió ya explicaciones al Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas. La querella señala que esta sobremortalidad se «asemejó» a la que se produjo en los peores momentos de la covid, y destaca que, pese a que ésta «provocó la declaración de un estado de alarma, el exceso de mortalidad de decenas de miles de personas durante el año 2022 no fue objeto de estudio ni de valoración por parte de las autoridades sanitarias» de nuestro país.
La querella sostiene que la población joven fue la «sacrificada» en este exceso de mortalidad «por enfermedades cardiacas» (tras recibir la vacuna contra la covid).
De acuerdo al Informe de Farmacovigilancia Vacunas Covid número 17.162, elaborado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), del 29 de septiembre de 2022, tras la vacunación de los menores contra la covid se registraron 452 efectos adversos, de los que 118 fueron graves. La querella señala que la farmacovigilancia «solo recoge el 1% de los casos reales, como ha reconocido la FDA (la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU)».
En los casos de dos jóvenes malagueños fallecidos en España, los informes previos de la autopsia reconocieron que padecían una miocarditis (uno, de 13 años, falleció el 28 de marzo de 2022 en Mijas; el segundo, también de 13 años, el 13 de diciembre de 2022 en Málaga). Ambos murieron de forma repentina, uno jugando al fútbol y otro en el patio del colegio, y los dos fueron inoculados con el mismo lote de Pfizer: «FG9428». La querella sostiene que «no parece casualidad, en tan corto espacio de tiempo, tantos jóvenes fallecidos por problemas cardiacos, especialmente practicando deporte».
Aquí el texto de la querella señala que «no se han aportado los estudios de genotoxicidad ni de carcinogenicidad» de las vacunas, «tal y como reconoce la ficha técnica, incumpliéndose de esta forma la directiva 2001/18/CE». Además, apunta que un estudio de la Universidad Mahidol de Tailandia publicado en agosto de 2022 («Cardiovasular effects of the BNT162b2 mRNA covid19 vaccine in adolescents») sobre los efectos adversos cardiacos en jóvenes de entre 13 a 18 años realizado a 300 participantes arrojó que el 29,24% de los menores vacunados en ese país con la vacuna de Pfizer contra la covid desarrollaron alguna dolencia cardiaca, desde palpitaciones o taquicardia hasta miocarditis.
Por otra parte, la querella destaca «la misiva enviada por la directora de la EMA (Agencia Europea de Medicamento) a la Comisión Covid-19 del Parlamento Europeo, donde acredita que en territorio de la UE se han producido «1.291.934 efectos adversos y 9.886 fallecimientos» tras la inmunización con sueros de mRNA, en este caso a nivel general, no solo niños.
El texto incide en que «el sistema de notificación de efectos adversos de las vacunas es insuficiente y no transparente», y que Pfizer reconoció ante la FDA que «la seguridad a largo plazo de la vacuna en participantes de 5 a 12 años de edad se estudiará en cinco estudios posteriores a su autorización, incluido un estudio de seguimiento de cinco años para evaluar las secuelas a largo plazo de la miocarditis/pericarditis posteriores a la vacunación».
Otros de los aspectos que Liberum considera más graves son que el doctor Collins, superior del doctor Fauci, reconoció que las medidas estrictas de confinamiento en EE UU no respondieron a estudios científicos, sino más bien a «estudios empíricos». Además, que los mandatos de mascarillas obligatorias del CDC que se impusieron «no tenían respaldo científico y, lo que es peor, se basaron en 15 estudios que presentaban graves defectos».
La querella aprecia un total de nueve delitos por los hechos que expone durante la gestión de la covid, entre los que destacan los de lesiones, manipulación genética, coacciones, omisión de socorro, contra la seguridad colectiva, prevaricación o genocidio.
Para probar los hechos que se denuncian, se solicita el testimonio de 12 testigos, entre los que figuran Robert F. Kennedy Jr., secretario de salud de EE UU; Mark Zuckerberg, presidente y director ejecutivo de Meta; Elon Musk, fundador y consejero delegado de X; Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; Emer Cooke, directora ejecutiva de la EMA o María Jesús Lamas, directora de la Agencia Española del Medicamento.
Además, se ha remitido copia de la querella a, entre otros, Robert F. Kennedy, Secretario de Salud y Servicios Humanos de los EE UU; Virginie Joron, eurodiputada del Grupo Patriotas por Europa; Cristian Terhes, eurodiputado Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos; Christine Anderson (eurodiputada Grupo Eurpa de las Naciones Soberanas o Ángel Gabilondo, Defensor del Pueblo.
En el ámbito jurídico, la aspiración de la Asociación es «llegar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, si previamente no se ha logrado que en el Congreso o en el Senado se cree una comisión de investigación del origen del SARSCoV-2 y de las medidas restrictivas que se impusieron», señalan los abogados de Liberum a LA RAZÓN.