Descubren un túnel subterráneo cerca de Machu Picchu mencionado por un jesuita en el siglo XVI
Un reciente hallazgo arqueológico en las cercanías de Machu Picchu ha desvelado un túnel secreto, mencionado por un jesuita en 1594. Este descubrimiento ha sorprendido a la comunidad científica y evidencia la complejidad de la civilización inca, así como su capacidad para construir estructuras subterráneas.
Los arqueólogos han comenzado a explorar el túnel, que se cree que podría haber tenido múltiples funciones, desde un sistema de transporte hasta un refugio. Este descubrimiento ha dejado despertado el interés de la comunidad científica y el público en general.
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Un túnel con historia inca
La confirmación de este laberinto subterráneo no solo añade un nuevo capítulo a la historia de Machu Picchu, sino que también desafía las nociones preconcebidas sobre la arquitectura inca. A menudo, se asocia a esta civilización con sus impresionantes edificaciones en la superficie, pero este hallazgo sugiere que su ingenio se extendía también bajo tierra.
El túnel, que fue mencionado por primera vez por el jesuita en el siglo XVI, ha permanecido oculto durante siglos. Su existencia había sido objeto de especulación, pero la reciente confirmación despertó un renovado interés en la arqueología inca. Este hallazgo no solo es un testimonio de la habilidad constructiva de los incas, sino que también plantea preguntas sobre su organización social y económica.
La importancia de los hallazgos inesperados
En el campo de la arqueología, los descubrimientos más fascinantes a menudo son aquellos que no se esperan. La civilización inca, conocida por su impresionante arquitectura y su avanzado conocimiento en ingeniería, también dejó un legado de misterios. La falta de escritura en su cultura ha llevado a los investigadores a depender de hallazgos materiales para comprender su historia.
Este túnel secreto es un recordatorio de que, a pesar de los avances en la investigación, aún hay mucho por descubrir sobre los incas. Cada nuevo hallazgo ofrece una oportunidad para reexaminar lo que sabemos y ampliar nuestra comprensión de esta fascinante civilización.
La tecnología avanzada ayuda con el mapeo preciso de los túneles
Recientemente, se han adoptado técnicas avanzadas como el radar de penetración terrestre (GPR) y la prospección acústica. Estas técnicas han facilitado un mapeo preciso de la red de túneles y han proporcionado imágenes detalladas del subsuelo.
La estructura del sistema Chinkana revela una red de túneles compuesta por amplias trincheras, revestidas con muros de piedra, techos tallados y vigas esculpidas. Según el arqueólogo Jorge Calero Flores, estos pasajes presentan un ancho que varía entre uno y 2,60 metros, y una altura de 1,60 metros, lo que sugiere su posible uso por la nobleza inca para desplazarse en literas.
El futuro de la investigación de La Chinkana
La Chinkana se organiza en tres ramales principales que conectan con Callispuquio, el sector Muyucmarca en Sacsayhuamán y la iglesia de San Cristóbal. Esto indica una planificación estratégica notable por parte de los incas.
En cuanto a los próximos pasos, los arqueólogos tienen previsto iniciar excavaciones en puntos clave de la red en los próximos meses, posiblemente entre marzo y abril. Para ello, ya se ha solicitado autorización al Ministerio de Cultura de Perú para llevar a cabo perforaciones controladas en la zona de Sacsayhuamán. Esto permitirá evaluar la extensión y el estado de conservación de estos pasajes subterráneos.