El turismo 'gamer' comienza su prometedora partida

La veta del turismo 'gamer' está prácticamente sin explotar en España. Desde las ferias internacionales a los hoteles temáticos con consolas para jugar en las habitaciones, agencias o rutas, las posibilidades abiertas para el sector configuran un nuevo nicho de negocio. Algunas instituciones (como el Ayuntamiento de Málaga) ya están implicadas en el desarrollo de estrategias para potenciar esta industria cultural y de ocio. El Informe de Tendencias de Viajes 2025, realizado por la plataforma Skyscanner, apunta a que este año será importante por la oferta de viajes relacionados con los videojuegos. Las reservas para hoteles con videoconsolas experimentarán un aumento, pero en Australia, Vietnam, Indonesia, Estados Unidos y Tailandia. Aquí queda mucha partida por jugar para seguir pasando pantallas. El Hotel Magic Games, localizado en Magic World Resort (lo que hasta hace poco era Marina d'Or, en Oropesa del Mar), se ha convertido en punta de lanza del turismo de 'gamers', un perfil que no estaba atendido en el mercado, a pesar de la legión de aficionados. Tras la adquisición por parte de Magic Hotels & Resorts y Grupo Fuertes del establecimiento, se renovó y abrió el 31 de mayo de 2024 con un nuevo concepto. El hotel dispone de 245 habitaciones tematizadas. Todas tienen decoración y/o elementos 'gamer' de manera gratuita como juegos de mesa, consolas (de marcas como Xbox, Playstation o Nintendo…), máquinas arcade y multijuego con miles de juegos retro e incluso (en función de la categoría de la habitación), dispositivos de realidad virtual y simuladores de Fórmula 1. Además, tiene elementos gamer en todas sus áreas y más de 400 elementos de ocio como arcades en zonas comunes. Francisco Javier García Cuenca, vicepresidente de Magic Costa Blanca, explica que Magic Games ofrece una experiencia pionera «de alojamiento temático inspirado en videojuegos y juegos de mesa». «Creemos que el alojamiento cubre un nicho inexplorado, sobre todo entre niños y adolescentes más mayores que no encontraban hasta ahora hoteles con elementos de ocio a su gusto», añade. El hotel cuenta con un museo con memorabilia y objetos de culto de las sagas más conocidas con ediciones especiales de consolas y juegos autografiados. Además, en la 'zona teen' y la ludoteca los juegos de mesa y los videojuegos tienen una gran presencia. «Organizamos torneos periódicamente de los videojuegos más conocidos en pantallas gigantes», dice. «En un futuro, se realizarán eventos como festivales dedicados a esta cultura, al igual que hemos hecho en Magic Robin Hood Resort. De igual manera, los clientes del hotel tienen acceso preferente a Magic Play Zone, una gran zona de videojuegos situada en Magic World Resort con realidad virtual, arcade, consolas y propuestas para jugar en familia», añade. El lema 'jugamos juntos, compartimos juntos' define el propósito de la oferta, sostiene el directivo de Magic Costa Blanca: «El objetivo es que durante las vacaciones se creen recuerdos y se compartan momentos de juego en familia. Tenemos una amplia variedad de propuestas de ocio que son ideales para competir y compartir». Para atraer clientes, el establecimiento regala la estancia a los niños y jóvenes hasta los 18 años incluidos (siempre y cuando vayan acompañados de dos personas mayores de edad). Apuesta la compañía por «seguir combinando experiencias innovadoras apoyadas en la tecnología y supervisadas por un gran equipo humano». El futuro de los hoteles temáticos (como el ámbito de los videojuegos) permitirá, según García «seguir mejorando y personalizando la experiencia del cliente». Este nuevo modelo de negocio incluye para otros hoteles la posibilidad, más limitada, de ofrecer una zona específica para que los amantes de los videojuegos puedan disfrutar de su afición. Ocio, cultura, arte, el mundo de los videojuegos seduce por igual a veteranos y noveles. Y por eso se creó en Málaga en 2017 el Polo Nacional de Contenidos Digitales, dependiente del Ayuntamiento con el ánimo de potenciar un ecosistema de negocio y de diversión gracias a los videojuegos, la realidad virtual y la producción audiovisual. Ferias y encuentros se suceden en Málaga, que se ha convertido en una especie de capital del videojuego: Gamepolis, Guadalindie, Games Executive Summit,y Freakcon, los Premios Indie Games. Este microclima favorecedor ha propiciado la apertura del OXO Museo del Videojuego en esta ciudad en enero de 2023. La experiencia ha sido tan provechosa (130.000 visitantes en 2024, el 40% extranjeros) que el pasado mes de diciembre se abrió otra sede en Madrid. Este espacio interactivo e inmersivo resume los 70 años de historia de esta industria. Su nombre, OXO, es el primer videojuego de la historia, desarrollado en 1952. La empresa que gestiona ambos recintos es Kaiju Group, de los hermanos Ramos. Santiago Bustamante, director cultural del Museo OXO, es un periodista especializado en el mundo del videojuego en su vertiente artística y cultural. Desde 2011 presenta en Radio 3 el programa Fallo de sistema. «El visitante —indica— se puede encontrar un recorrido 360º de la historia del videojuego, enfocado en el pasado, el presente y el futuro de las nuevas tendencias. Tanto el museo de Málaga como el de Madrid están articulados con la misma estructura, una colección privada permanente y exposiciones temporales de seis meses». A pesar de su breve trayectoria, los contenidos han sido importantes, relata Bustamente: «Comenzamos con sagas legendarias como Animal Crossing, Call of Duty y God of War. Luego hemos hecho una exposición de Final Fantasy y la más reciente con los 40 años de Dynamic. Y en Madrid hemos empezado con el 30 aniversario de Playstation. En la parte del futuro tenemos VR y videojuegos experimentales». La consideración del videojuego como arte y cultura y al mismo tiempo como posible atractivo turístico todavía no ha florecido, considera: «Como museo somos referente, no hay uno así en el mundo. Hay varios proyectos sobre todo centrados en el pasado, pero no es nuestro concepto, abierto de lunes a domingos, con iniciativas que incluyen una línea editorial propia, charlas, actividades, una idea de museo vivo, con talleres. El videojuego lleva dos lustros, el último especialmente, protagonizando una suerte de revolución silenciosa, conquistando espacios culturales que antes le estaban negados». Confía Bustamante, sin embargo, en el porvenir: «Estamos abriendo camino a lo que va a ser algo normal, que vayas a una ciudad y el Museo del Videojuego sea el museo típico de la ciudad. Venimos a demostrar que el videojuego es el medio cultural más importante de nuestros días, por consumo, por impacto, por cómo se articula y cómo se relaciona con el resto de los medios culturales y artísticos, ya sea la literatura, el cine o las bellas artes. El videojuego es arte total, el décimo arte que ha ido permeando en las capas de la cultura popular». El director cultural del OXO presume de que no existe ningún otro museo igual: «Ni el Computerspielemuseum, en Berlín. Ni el de Milán. El más importante es el que ha lanzado Nintendo, en Japón. Pero solo habla de Nintendo. Salvando las distancias, es como si te refieres al Museo Van Gogh, que sería el de Nintendo, y nosotros somos el Prado, una pinacoteca. No tenemos solo productos de Nintendo, sino de Sony, de Xbox, de Atari…».