Un jefe de la Fuerza Aérea de EEUU explica por qué China puede ganar la carrera del caza de sexta generación
El subsecretario de la Fuerza Aérea de Estados Unidos para Adquisiciones, Tecnología y Logística, Andrew Hunter, ha mostrado su inquietud ante la posibilidad de que China pueda ser el primer país en desplegar aviones de combate de sexta generación. Recientemente han aparecido imágenes y vídeos de un nuevo modelo de avión de combate chino con innovador diseño sin cola que ha llamado la atención de los expertos en aviación de EEUU.
En declaraciones con Breaking Defense, Hunter afirmó que la velocidad del desarrollo tecnológico de China es "muy rápida" y alertó de que "podrían ganarnos" en la carrera por desplegar esta tecnología al lograr la capacidad operativa inicial antes que Estados Unidos.
El programa estadounidense de Dominio Aéreo de Próxima Generación (NGAD por sus siglas en inglés), que busca desarrollar un caza furtivo de sexta generación, se enfrenta a una gran incertidumbre debido al elevadísimo coste que requiere, por lo que han surgido voces que hablan de una posible cancelación. Se estima que completar el proceso de desarrollo del avión requeriría una inversión de 20.000 millones de dólares.
Algunos expertos como Abraham Abrams aseguran que el NGAD no estaría operativo hasta la década de 2040. Además, se recuerdan los costosos retrasos que sufrieron los cazas de quinta generación F-22 y F-35. En un principio se estimó un coste por unidad de 300 millones de dólares, pero el secretario de la Fuerza Aérea Frank Kendall redujo después el coste al que tienen los F-35, que va desde los 78 millones a las 95 millones dependiendo de la versión.
China, en cambio, ha demostrado una mayor rapidez en el desarrollo de aviones avanzados, como lo demuestra el caza de quinta generación J-20, que entró en servicio solo seis años después de su primer vuelo y con un coste diez veces menor que su rival estadounidense F-35. Abrams cree que los ritmos tan diferentes de ambos países podría generar que Pekín tome la delantera en lo tocante al caza de sexta generación.
La nueva administración de Donald Trump deberá decidir qué futuro quiere darle al programa NGAD. El nuevo jefe del Pentágono podría explora alternativas, buscando un sucesor del F-35 o poner el foco en aeronaves no tripuladas. El secretario saliente de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, presentó recientemente el informe del "Departamento de la Fuerza Aérea en 2050”, en el que se defiende que EEUU deberá adquirir y mantener el misil balístico intercontinental Sentinel y el bombardero furtivo B-21 Raider como ejes de la tríada nuclear del país, dijo Kendall.