¿Qué santo se celebra hoy, miércoles 15 de enero? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.

¿Qué santos se celebran hoy, miércoles 15 de enero?

• San Mauro - Discípulo de San Benito, conocido por su obediencia y milagros.
• San Probo de Rieti - Obispo de Rieti, venerado por su vida piadosa y dedicación a la comunidad.
• San Juan Calibita - Monje que vivió como un mendigo cerca de su hogar sin revelar su verdadera identidad.
• San Isidoro de Alejandría - Monje conocido por su dedicación y servicio en la comunidad monástica.

San Pablo el Ermitaño: Vida y Pontificado

San Pablo el Ermitaño nació en Egipto alrededor del año 228 d.C., en el seno de una familia cristiana acomodada. Desde joven, destacó por su piedad y su amor por la oración y las Escrituras. Durante la persecución de los cristianos bajo el emperador Decio, Pablo decidió retirarse al desierto para evitar la tortura y apostatar de su fe.

A diferencia de otros santos, San Pablo no tuvo un pontificado ni lideró comunidades cristianas; en cambio, su vida fue marcada por la total dedicación a la soledad y la contemplación. Se considera el primer ermitaño cristiano documentado, viviendo durante más de 90 años en aislamiento total, dedicado a la oración, el ayuno y la penitencia.

Canonización y Legado

San Pablo no fue canonizado en el sentido formal que conocemos hoy, ya que vivió en el siglo III, cuando aún no existía un proceso de canonización institucional. Sin embargo, fue venerado como santo poco después de su muerte gracias a la influencia de San Antonio Abad, quien visitó a Pablo poco antes de su fallecimiento y narró su vida.

Su legado es inmenso en el cristianismo, especialmente en el movimiento monástico. Fue un modelo de vida ascética y de comunión con Dios en la soledad, inspirando generaciones de monjes y ermitaños, incluyendo a San Jerónimo, quien escribió su biografía. Su ejemplo también estableció la idea de que la vida en el desierto podía ser un camino de santidad.

Exilio y Muerte

San Pablo no sufrió un exilio en términos políticos, pero eligió un "exilio voluntario" al retirarse al desierto de Tebas, Egipto, para vivir en soledad. Allí, habitó en una cueva cerca de una fuente y un árbol de dátiles que lo alimentaron durante toda su vida. Según la tradición, Dios envió un cuervo diariamente con medio pan para sustentar al santo.

Murió alrededor del año 341 d.C., a la avanzada edad de 113 años. Según la tradición, San Antonio Abad, quien lo había visitado poco antes, presenció su muerte. Dos leones ayudaron a cavar la tumba de Pablo, un símbolo de su comunión con la naturaleza y la gracia divina.